Izquierda: Antiguo libio, posiblemente Garamante, representado en la tumba del faraón Seti I. Imagen: Desconocido (original) Heinrich Menu...
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| Izquierda: Antiguo libio, posiblemente Garamante, representado en la tumba del faraón Seti I. Imagen: Desconocido (original) Heinrich Menu von Minutoli (1772–1846) (dibujo) – Dominio público: Derecha: Ruinas de Garama, la ciudad central de los Garamantes. Imagen: Franzfoto - CC BY-SA 3.0 |
Muchas leyendas rodean el misterioso Reino de Garamantes que una vez estuvo situado en los oasis de Fezzan, Libia. Esta sociedad sahariana indígena tenía ciudades, una floreciente agricultura de oasis, logros tecnológicos y contactos comerciales con el Mediterráneo y el África subsahariana.
Durante el período neolítico en África (ca. 1000 a. C.) y hasta aproximadamente la época de la conquista árabe que data del siglo VII d. C., los Garamantes desarrollaron una sociedad sofisticada con la capital fortificada Garama y otras ciudades.
Organizados políticamente en confederación, los Garamantes estaban gobernados por un rey. Los garamantes no eran bárbaros del desierto que vivían en uno o dos pueblos pequeños y algunos asentamientos dispersos por el vasto reino del desierto del Sahara. Si alguien tenía tal opinión sobre los garamantes, sin duda era errónea.
No debemos olvidar que esta extraordinaria y avanzada sociedad vivía rodeada por el desierto del Sahara, el desierto más grande del mundo, donde las precipitaciones promedian solo media pulgada cada año y, sin embargo, los Garamantes florecieron y también su agricultura.
Los Garamantes eran criadores de ganado y caballos, aurigas y caballos ligeros. Eran hábiles constructores que poseían conocimientos de arquitectura. Esta ingeniosa sociedad construyó una red de 5.000 kilómetros de canales de riego subterráneos, que aprovechaban los suministros de agua fósil natural establecidos hace más de 40.000 años cuando la última lluvia cayó abundantemente en el área.
Practicaron la agricultura de oasis; eran agricultores y comerciantes cuya dieta incluía uvas, higos, trigo y cebada. Comerciaban con trigo, sal, aceite de oliva importado, lámparas de aceite y vajillas de Roma.
Según fuentes de Estrabón y Plinio, los Garamantes extraían amazonita en las montañas Tibesti del Sahara central. Sin embargo, el análisis de sus esqueletos reveló que estas personas estaban sanas y no estaban sujetas a ninguna actividad agotadora o guerra regular.
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| Localización de los Garamantes en el Fezzan 600 dC, antes de la conquista islámica. Imagen: Talessman - CC BY-SA 3.0 |
Su reino incluía ocho o más ciudades importantes y muchos otros asentamientos, que se considera que tienen una antigüedad de 3.000 años. Como revelaron las excavaciones de la década de 1960, la capital de los Garamantes, Garama (la actual Germa), tenía aproximadamente cuatro mil habitantes, y otros seis mil vivían en aldeas dentro de un radio de 5 km. El pico de su prosperidad se sitúa entre el 500 y el 600 dC, antes de la conquista islámica.
Los Garamantes explotaron con éxito las fuentes de agua fósil para regar los cultivos mediante la práctica de la agricultura de oasis. Su extraordinaria sociedad incluía muchos artesanos y fabricantes calificados dedicados a la metalurgia y la producción textil. Rastros de estas actividades fueron desenterrados en los sitios arqueológicos. También dejaron como legado el abundante arte rupestre, que a menudo representa la vida, antes del surgimiento de su reino.
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| Vista aérea del sitio antiguo de Garama. Imagen: Katy Tzaralunga – CC BY 2.0 |
Hasta ahora, gran parte de lo que sabemos de esta civilización se originó a partir de relatos extranjeros contemporáneos griegos y romanos y hallazgos arqueológicos modernos.
Según el historiador griego Herodoto, los garamantes eran una "nación muy grande", y las descripciones romanas los describen con escarificaciones y tatuajes. Tácito, un historiador y político romano, escribió que ayudaron a Tacfarinas, un ex soldado romano, durante su rebelión entre el 17 y el 24 d. C. y asaltaron las ciudades costeras grecorromanas.
Una importante investigación realizada por el profesor David Mattingly de la Facultad de Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Leicester y su equipo nos abrió los ojos a la civilización perdida del pueblo Garamantes.
Los descubrimientos revelaron que las tierras áridas y azotadas por el sol del Sahara habían sido un lugar mucho más poblado de lo que se pensaba anteriormente. Alrededor del año 150 d.C., el reino de Garamantes, ubicado principalmente a lo largo de Wadi al-Ajal, ocupaba un área que cubría 180.000 kilómetros cuadrados en el sur de Libia.
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| Antigua escritura Garamante. Fuente de la imagen . |
Usando fotografías aéreas e imágenes satelitales, el profesor Mattingly y su equipo han ensamblado el patrimonio arqueológico del área y han descubierto cientos de asentamientos de oasis fortificados y sistemas avanzados de agua e irrigación que sustentaron la agricultura avanzada de los oasis.
Esta fascinante civilización del Sahara duró desde aproximadamente -500 hasta 600 dC, y fue la época anterior a la conquista islámica.
Hoy sabemos mucho más sobre los misteriosos Garamantes, un pueblo sahariano olvidado hace mucho tiempo que hizo que la región del desierto floreciera, construyó ciudades impresionantes y controló un imperio de 70,000 millas cuadradas.
Sus casas no eran campamentos nómadas primitivos esparcidos por el Sahara central, sino asentamientos urbanos permanentes sofisticados y bien organizados con aldeas habitadas por artesanos, agricultores y comerciantes.
Para saber más:
- Anthony R. Birley, Septimius Severus: El emperador africano
- David Mattingly (ed.). Arqueología de Fezzan. Volumen 1, Síntesis. Londres 2003
- Idjennaden Bob, The Garamantes (Las civilizaciones olvidadas de África Libro 4)
- Leslie Ittanpillai. The Golden Expedition: The Forgotten Garamantes Kingdom. 2018 (libro)
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