El Valle de Ocón se encuentra situado a camino entre el Valle del Ebro y Sierra de la Hez, declarada por la UNESCO, Reserva Mundial de la...
El Valle de Ocón se encuentra situado a camino entre el Valle del Ebro y Sierra de la Hez, declarada por la UNESCO, Reserva Mundial de la Biosfera por toda la riqueza natural que ésta posee. Por lo tanto, nos encontramos con un paisaje de montaña de suaves pendientes entre los 700 y 1338 metros de altitud, lo que nos permitirá dominar buena parte del Ebro. Lo primero que sorprende al visitante del Valle de Ocón es la singularidad de su paisaje: un valle abierto y verde, pero sin un río que lo surque, aunque con abundantes fuentes naturales. En secreto, son las aguas subterráneas que recorren sus entrañas las que lo han modelado, y ofrecen el sustento a la tierra para producir unos cultivos de calidad insuperable.
En plena Reserva Mundial de la Biosfera, el Valle de Ocón puede presumir además de un entorno natural único, de ser una de las pocas reservas Starlight de nuestro país
El municipio de Ocón situado entre La Rioja Media y Baja, a medio camino entre Logroño y Calahorra, se caracteriza por estar formado por seis pequeños pueblos que son: La Villa, Pipaona, Santa Lucía, Las Ruedas, Aldealobos y Los Molinos, más el despoblado de Oteruelo. Localidades todas ellas sin grandes transformaciones durante décadas, lo que les ha permitido mantener un genuino atractivo rural. Incluyendo el despoblado de Oteruelo, junto con La Villa, Santa Lucía, Los Molinos, Pipaona, Aldealobos y Las Ruedas, son siete los municipios del desconocido Valle de Ocón.
El rico patrimonio histórico, cultural y arqueológico, junto a la riqueza natural y paisajística permiten disfrutar al visitante de plena naturaleza, de maravillosas vistas, de zonas recreativa y de acampada, y de muchos modos y formas de vida tradicionales, con abundantes productos de kilómetro cero, tanto artesanales como gastronómicos, y muy en especial el enoturismo, con un magnífico vino propio (La Haya del Conde), aceite de Galilea, huevos de Ocón, patés ecológicos, miel de Santa Lucía, embutido tradicional, almendras, champiñones y setas.
El municipio de El Redal se configura como la puerta de entrada al Valle de Ocón. Situado en una llanura al noroeste de la villa de Ocón, es un pueblo eminentemente agrícola. Esta pequeña población, con 130 habitantes en la actualidad, está rodeada de caminos que hacen las delicias de los amantes del senderismo, rutas en bicicleta o paseos a caballo con los que disfrutar de la naturaleza, la flora y la fauna.
Entre los edificios históricos de El Redal destaca uno de finales del siglo XVI, la citada Casa de la Condesa, una acogedora casa rural. Situada junto a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Virtudes, iniciada en el siglo XVI, la casa es una de las más antiguas edificaciones de El Redal, si no la más. Al abrigo de sus anchos muros el descanso siempre es reconfortante.
MOLINO DE VIENTO DE OCÓN, replica del antiguo molino del siglo XIV cuyas ruinas dieron pie a su construcción. |
Quien se acerque a El Redal puede realizar variadas excursiones, como visitar el molino de Ocón, el único conocido en La Rioja y uno de los parajes más famosos de la zona. También es interesante conocer los restos arqueológicos de la iglesia de Parpalinas. Descubierta en el yacimiento de Parpalinas, la villa romana que surgió hacia finales del siglo I d C o principios del siguiente, pertenece al conjunto de edificaciones de esta villa durante sus últimos tres siglos de vida.
Templo Parpalinas. |
En los últimos años, esta zona rural se está dinamizando a través de la puesta en alza de todo el gran patrimonio histórico, cultural y arqueológico que posee. Es así, como se explica la restauración de casi todas las iglesias y ermitas de los pueblos, los campos de trabajo arqueológicos en Parpalinas, un yacimiento visigótico en plana fase de estudio. O el recientemente recuperado Molino de Viento harinero, el único existente y visitable en esta zona del Norte de España, y que como atestiguan los cientos de visitas que por el han pasado permite adentrarse en los entresijos de la molienda tradicional.
Y para quienes adoran a los dinosaurios son visita obligada los yacimientos de icnitas de Enciso, ya que el pueblo tiene catalogadas 1.400 huellas de estos extintos reptiles. El punto de partida para visitar las huellas se sitúa a partir del Centro Paleontológico. En el trayecto de Enciso a Navalsaz se recorren siete yacimientos, algunos a cielo abierto y otros protegidos con vallas y cubierta. Y para visitar todos los yacimientos de la zona: la Ruta de los Dinosaurios, desde Enciso a Cornago por carreteras y pistas de tierra.
RUTA DEL VINO Y AVICULTURA
Hablar de La Rioja es casi sinónimo de hablar de vino. La Finca Vistahermosa es un paraje natural de 400 hectáreas, 161 de ellas de viñedo. En ella se muestra al público el trabajo que hay detrás de la consecución de una excelente materia para elaborar grandes vinos. Reservando con antelación ofrecen visitas guiadas a los viñedos de la propiedad en tractor, en pick up o en calesa de caballos, así como catas, visita a bodega, actividades en familia y comidas camperas entre viñas.
Es cierto que Rioja y vino van indisolublemente unidos, pero no es menos cierto que conservas y productos de huerta tienen en este valle una inmensa panoplia de oferta, desde aceite de oliva, a pimientos, espárragos y todo tipo de verduras.
Viñedo y pueblo de Briñas en la comarca de Haro, al noroeste de La Rioja. Fuente: Getty |
Desde hace más de veinte años se elabora en el corazón del Valle de Ocón aceite de oliva virgen extra bajo la marca Galilea. El Trujal de Galilea, fundado en 1998, constituye un ejemplo de adaptación de un entorno milenario a la modernidad y a la sostenibilidad.
En esta misma línea se sitúa la Granja Huevocón. Situada en Los Molinos de Ocón, en la Reserva de la Biosfera, cuenta con un entorno tranquilo que hace posible un día a día muy relajante para sus gallinas felices, que junto con las ocas disfrutan de libre acceso a parques exteriores y se alimentan de una forma sana y equilibrada, dicen los propietarios.
La avicultura alternativa lo es por los diferentes modos de producción que usa y porque hace posible que el pequeño agricultor, con inversiones a su alcance, pueda manejar volúmenes reducidos y presentarse en el mercado con un alto grado de diferenciación y valor añadido.
Reserva de la Biosfera en La Rioja |
RUTA POR LOS PUEBLOS DE OCÓN
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