ojos secos, síndrome ojo seco
El ojo seco es un problema oftalmológico muy frecuente que consiste en que las lágrimas no son capaces de lubricar los ojos de manera adecuada. Las causas pueden ser diversas: ambientales, hormonales o autoinmunes, entre otras.
La capa externa protectora de nuestros ojos, llamada película lagrimal, contiene miles de proteínas, que brindan pistas sobre el bienestar y la enfermedad, y los científicos han perfeccionado lo que dicen es una forma no invasiva y eficiente de observar esas pistas.
Anticipan que un día un análisis de líquido lagrimal podría ser tan rutinario como un análisis de sangre durante un examen físico, así como para diagnosticar una gran variedad de afecciones, desde la enfermedad del ojo seco hasta el Alzheimer.
Algunos de los motivos más frecuentes de ojo seco son:
- La menopausia.
- La edad avanzada.
- Fumar o ser fumador pasivo.
- La exposición al sol.
- Algunos medicamentos como los antihistamínicos o los que se utilizan para el resfriado.
- Utilizar lentillas.
Además, hay problemas de salud y patologías que pueden ocasionar también sequedad en los ojos:
- Cirugía del ojo.
- Quemaduras.
- Síndrome de Sjögren, que es un trastorno autoinmune que destruye las glándulas que producen las lágrimas.
Pueden tener ojo seco tanto personas que no producen lágrimas suficientes como otras que las tienen de baja calidad. Para tener una visión correcta es necesario tener una película suficiente de lágrima en el ojo.
En general, este problema aparece en personas que, por lo demás, tienen buena salud.
Qué síntomas tiene el ojo seco
Una persona con ojo seco suele notar los mismos síntomas o similares en ambos ojos. Los más frecuentes son:
- Sensación de que se tiene un cuerpo extraño dentro del ojo.
- Molestia cuando hay mucha luz.
- Pinchazos, picor o ardor en los ojos.
- Visión borrosa que va y viene.
- Molestias o dificultad para utilizar lentillas.
- Mala visión para conducir de noche.
- Sensación de párpados pesados.
- Ojos rojos.
- Lagrimeo u ojos llorosos (epífora), que es la respuesta a la irritación ocular que ocasiona la sequedad y que hace que se produzca una sobreestimulación constante de la glándula lacrimal y por lo tanto un lagrimeo excesivo y persistente.
- Mucosidad de textura viscosa dentro de los ojos o alrededor de estos.
Ante qué síntomas consultar con un médico
Aunque, en muchas ocasiones, el ojo seco es algo puntual que desaparece por sí solo, hay ocasiones en las que sí es importante acudir al médico para que determine la causa y, si lo considera necesario, ponga un tratamiento.
Habría que consultar si:
- Aparece dolor.
- Se ha padecido alguna lesión ocular previa.
- Los síntomas duran unos días y no se nota mejoría.
- Van acompañados de descamación, secreción o una úlcera en el ojo o el párpado.
- Además de los síntomas de ojo seco, se tiene dolor, inflamación o rigidez articular y sequedad en la boca, ya que podría tratarse del síndrome de Sjögren, que es un trastorno del sistema inmunitario.
Cómo se diagnostica y se trata el ojo seco
Para realizar el diagnóstico, algunas de las pruebas que se realizan son medir la agudeza visual del paciente y también realizar distintas pruebas: revisión con lámpara de hendidura, tinción de diagnóstico de la córnea y de la película lagrimal, y medición del tiempo de ruptura de la película lagrimal, de la tasa de producción de lágrimas y de la concentración de lágrimas.
Con respecto al tratamiento, consiste en conseguir una humectación y lubricación de la superficie ocular adecuadas para paliar los síntomas, que pueden ser muy molestos y, en ocasiones, influir en la calidad de vida del paciente. Esto se consigue utilizando lágrimas artificiales y otros geles y pomadas que puede prescribir el médico.
Además, en algunas ocasiones se necesitan tratamientos antiinflamatorios u otro tipo de medicamentos para controlar la situación, pero siempre tendrán que estar prescritos por un médico.
Cómo prevenirlo
Hay también algunas medidas que pueden ayudar tanto a prevenir el ojo seco como a impedir que empeore en caso de ya padecerlo:
- No fumar.
- Evitar el humo, el viento en los ojos y el aire acondicionado.
- En caso de estar en un ambiente seco o con calefacción, utilizar un humidificador.
- En la medida de lo posible, reducir los medicamentos que puedan resecar los ojos como los prescritos para la alergia o el resfriado.
- Parpadear a propósito más a menudo si se siente sequedad en los ojos.
- Limpiarse las pestañas con frecuencia.
Ten en cuenta estos síntomas y, ante cualquier duda, consulta con tu médico, que es el profesional que mejor podrá ayudarte a resolverlos.
Para saber más:
Ojo seco. Sequedad ocular. Clínica Universidad de Navarra.
Ojos secos. Mayo Clinic. Septiembre 2020.
Síndrome del ojo seco. MedlinePlus. Diciembre, 2020.
Queratoconjuntivitis seca (xeroftalmía). Manual MSD. Mayo, 2020.
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