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La Comunidad de Madrid estudia cómo afectará el consumo de fármacos y pesticidas a los ecosistemas acuáticos, así como las tendencias futuras en su ingesta, y la emisión y el riesgo medioambiental de estos y otros contaminantes consecuencia de la actividad humana.
26 agosto 2022.- El uso de sustancias químicas ha crecido exponencialmente durante las últimas décadas y también su impacto sobre los ríos, humedales y lagos. Uno de los objetivos del proyecto H2020 ECORISK2050, en el que participa el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados IMDEA Agua, es tratar de entender cómo pueden influir los diferentes escenarios del desarrollo industrial y demográfico previstos para 2050 y la implementación de medidas como el Pacto Verde Europeo.
Los resultados alertan de los peligros de los ecosistemas acuáticos ante los cambios en el consumo de alimentos, la esperanza de vida de la población y los hábitos del ser humano. Por ejemplo, la emisión ambiental de sustancias como el ibuprofeno podría incrementarse hasta un 240% dependiendo de algunos factores socioeconómicos.
Asimismo, el IMDEA Agua ha observado que la eutrofización, uno de los principales procesos de contaminación, causada por el excesivo uso de fertilizantes agrícolas, puede cambiar la estructura de las comunidades y seleccionar especies que son, en general, más resistentes a estos pesticidas.
También ha estudiado las consecuencias de los cambios en la temperatura y caudal de los ríos europeos; y de las olas de calor y las sequías en los macroinvertebrados acuáticos (caracoles, cangrejos, sanguijuelas…). En este sentido, la zona mediterránea europea será la más afectada en la diversidad de estas especies.
Un total de siete socios europeos participan en el proyecto H2020 ECORISK2050 que, tras su conclusión, presentará un paquete de medidas para apoyar las políticas que definirán la evaluación de las amenazas futuras.
Acerca del proyecto ECORISK2050
Para 2050, la población mundial alcanzará los nueve mil millones de personas y tres cuartas partes de la población mundial vivirá en ciudades. El camino del desarrollo hacia 2050 estará marcado por cambios en el uso de la tierra y patrones climáticos, y por cambios en la forma en que se obtienen y gestionan los recursos hídricos y alimentarios en todo el mundo.
Estos cambios globales (GC) afectarán las emisiones, las rutas de transporte ambiental y el destino de los productos químicos y, por lo tanto, afectarán la exposición del medio ambiente natural a los productos químicos. Los cambios futuros también pueden alterar la sensibilidad de los ecosistemas a la exposición química.
Por lo tanto, el proyecto ECORISK2050 reúne a un consorcio interdisciplinario líder mundial de universidades, institutos de investigación, la industria y las autoridades reguladoras y gubernamentales para ofrecer una cohorte de investigadores en etapa temprana (ESR).
Las metas de formación y los objetivos de investigación del proyecto son: (1) evaluar cómo los insumos de productos químicos de la agricultura y los entornos urbanos y su destino y transporte se ven afectados por diferentes condiciones ambientales, incluidas las de regiones específicas de la UE, y cómo esto cambio bajo escenarios de GC para evaluar el probable aumento de los riesgos químicos para la salud humana y del ecosistema; (2) identificar posibles estrategias de adaptación y mitigación que puedan implementarse a corto y mediano plazo, para mitigar cambios inaceptables en los riesgos, y usar los escenarios de GC para proponer vías de implementación sólidas, y (3) desarrollar un conjunto de herramientas para uso por parte de la industria y los responsables de la formulación de políticas, que permiten evaluar y gestionar los impactos de una variedad de impulsores relacionados con GC en los riesgos químicos.
Fuente: Comunidad de Madrid
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