autismo, TEA
Una nueva investigación apunta a una respuesta ocular a la luz fácilmente medible como una forma potencialmente útil de diagnosticar el autismo en niños muy pequeños.
24 agosto 2022.- Actualmente se están realizando más pruebas en una gran cohorte de niños y se ha desarrollado un dispositivo simple para evaluar las respuestas de los alumnos.
"Sabemos que cuando intervenimos tan pronto como entre los 18 y los 24 meses, tiene un impacto a largo plazo en sus resultados", afirman los autores del nuevo estudio. “Intervenir durante esa ventana crítica podría ser la diferencia entre que un niño adquiera el habla verbal y permanezca no verbal”.
Hay muchos investigadores que actualmente buscan formas efectivas de diagnosticar el trastorno del espectro autista (TEA) en niños pequeños. Desde análisis de sangre y orina hasta imágenes cerebrales , se han sugerido muchos biomarcadores, pero hasta ahora pocos han llegado al uso clínico.
Otros estudios se han centrado en formas menos invasivas de detectar TEA, y muchos investigadores han mirado a los ojos en busca de biomarcadores fáciles de medir que indiquen problemas neurológicos. Una vez más, ninguno de estos posibles dispositivos de seguimiento ocular ha alcanzado el uso clínico todavía, pero existe una gran promesa de que los TEA se diagnostiquen fácilmente de esta manera.
Esta nueva investigación analiza un comportamiento en el ojo llamado reflejo de luz pupilar. Este es el simple reflejo que hacen nuestras pupilas en respuesta a los niveles de luz circundantes.
En el pasado, el reflejo de luz pupilar se ha utilizado para evaluar lesiones cerebrales graves. Y en 2018, un equipo de la Universidad de Washington presentó una aplicación para teléfonos inteligentes diseñada para detectar conmociones cerebrales utilizando este biomarcador en particular.
La nueva investigación con respecto al TEA surgió del trabajo clínico. Observando que los niños con TEA parecían mostrar pupilas dilatadas cuando se exponían a una luz brillante, y si esta podría ser una forma útil de identificar la afección. El estudio fue publicado en Neurological Sciences .
Las primeras investigaciones sugirieron que el reflejo de la luz pupilar podría identificar el TEA, pero este último estudio demuestra la eficacia de un dispositivo pupilómetro monocular portátil. El estudio fue pequeño, solo comparó a 36 niños con TEA, de entre seis y 17 años, con un grupo de control de 24, pero los resultados son prometedores.
El siguiente paso es probar el dispositivo en una gran cohorte de niños de dos a cuatro años. Esa prueba está actualmente en curso y se espera que los resultados establezcan puntos de referencia del reflejo de la luz pupilar para un dispositivo de detección portátil en un futuro próximo.
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