autismo, trastorno del espectro autista, TEA
Actualmente no existen tratamientos efectivos para los síntomas centrales del trastorno del espectro autista (TEA), como las dificultades para socializar y comunicarse.
13 septiembre 2022.- Un nuevo estudio utiliza una red de interacción de proteínas basada en computadora para identificar si los medicamentos existentes podrían proporcionar un nuevo enfoque de tratamiento. Los investigadores descubrieron que un medicamento antidiarreico común puede tener potencial para tratar las dificultades sociales asociadas con el TEA.
Aunque los tratamientos farmacológicos para los síntomas centrales del trastorno del espectro autista (TEA) no están disponibles actualmente, ¿podría un fármaco existente proporcionar un nuevo tratamiento, incluso si anteriormente no tenía asociación con el TEA?
Esta fue la pregunta que se hizo un nuevo estudio en la revista Frontiers in Pharmacology . Los investigadores utilizaron un modelo informático que abarca las proteínas involucradas en los TEA y la forma en que interactúan.
Al observar cómo los diferentes medicamentos afectaron las proteínas en el sistema, identificaron candidatos potenciales para tratarlo. Un fármaco antidiarreico de uso común llamado loperamida fue el candidato más prometedor, y los investigadores tienen una hipótesis interesante sobre cómo podría funcionar para tratar los síntomas del TEA. Algunos de los síntomas más comunes del TEA involucran dificultades con la interacción social y la comunicación.
Actualmente no hay medicamentos aprobados para el tratamiento de los déficits de comunicación social, el principal síntoma del TEA. La mayoría de los adultos y aproximadamente la mitad de los niños y adolescentes con TEA son tratados con medicamentos antipsicóticos, que tienen efectos secundarios graves o carecen de eficacia en el TEA.
Reutilización de medicamentos como nuevos tratamientos
En un esfuerzo por encontrar una nueva forma de tratar el TEA, los investigadores recurrieron a la reutilización de medicamentos, lo que implica explorar medicamentos existentes como tratamientos potenciales para una afección diferente. El enfoque tiene muchos beneficios, ya que a menudo hay un amplio conocimiento sobre los medicamentos existentes en términos de seguridad, efectos secundarios y moléculas biológicas con las que interactúan en el cuerpo.
Para identificar nuevos tratamientos para el TEA, los investigadores utilizaron una red de interacción de proteínas basada en computadora. Tales redes abarcan proteínas y las complejas interacciones entre ellas. Es importante tener en cuenta esta complejidad al estudiar los sistemas biológicos, ya que afectar a una proteína a menudo puede tener efectos secundarios en otros lugares.
Los investigadores construyeron una red de interacción de proteínas que incluía proteínas asociadas con TEA. Mediante la investigación de fármacos existentes y su interacción con las proteínas de la red, el equipo identificó varios candidatos que contrarrestan el proceso biológico subyacente al TEA.
El medicamento más prometedor se llama loperamida, que se usa comúnmente para la diarrea. Si bien puede parecer extraño que un medicamento antidiarreico pueda tratar los síntomas centrales del TEA, los investigadores han desarrollado una hipótesis sobre cómo podría funcionar.
De un sistema gastrointestinal alterado al TEA
La loperamida se une y activa una proteína llamada receptor opioide μ, que normalmente se ve afectado por los fármacos opioides, como la morfina. Junto con los efectos que normalmente esperaría de un fármaco opioide, como el alivio del dolor, el receptor opioide μ también afecta el comportamiento social.
En estudios previos, los ratones modificados genéticamente que carecen del receptor opioide μ demostraron déficits sociales similares a los observados en los TEA. Curiosamente, los medicamentos que activan el receptor opioide μ ayudaron a restaurar los comportamientos sociales.
Estos resultados en ratones resaltan la tentadora posibilidad de que la loperamida u otros medicamentos que se dirigen al receptor opioide μ puedan representar una nueva forma de tratar los síntomas sociales presentes en los TEA, pero se requiere más trabajo para probar esta hipótesis. En cualquier caso, el estudio actual demuestra el poder de suponer que los medicamentos antiguos pueden aprender nuevos trucos.
Más información: Elise Koch et al, Drug repurposing candidates to treat core symptoms in autism spectrum disorder, Frontiers in Pharmacology (2022). DOI: 10.3389/fphar.2022.995439
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