cambio climático, el niño, la niña
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| Observando el desarrollo de El Niño en el Pacífico tropical, de enero a junio de 2023. El recuadro muestra la región Niño3.4. NOAA Clima.gov |
El Niño está oficialmente aquí , y aunque todavía es débil en este momento, los meteorólogos federales esperan que este disruptor global de los patrones climáticos mundiales se fortalezca gradualmente.
15 junio 2023.- El Niño es un patrón climático que comienza con la acumulación de agua cálida en el Pacífico tropical al oeste de América del Sur. Esto sucede cada tres a siete años más o menos. Puede durar unos meses o un par de años .
Normalmente, los vientos alisios alejan el agua caliente de la superficie, permitiendo que el agua más fría salga a la superficie . Pero cuando los vientos alisios se debilitan , el agua cerca del ecuador puede calentarse, y eso puede tener todo tipo de efectos a través de lo que se conoce como teleconexiones. El océano es tan vasto, que cubre aproximadamente un tercio del planeta, o unas 15 veces el tamaño de los EE.UU., que esos chapoteos de agua tibia tienen efectos colaterales en todo el mundo.
Ese calentamiento en el ecuador durante El Niño conduce al calentamiento de la estratosfera, comenzando a unas 6,2 millas (10 kilómetros) sobre la superficie. Los científicos todavía están estudiando cómo ocurre exactamente esta teleconexión. Al mismo tiempo, la estratosfera tropical inferior se enfría.
Esa combinación puede cambiar los vientos de nivel superior conocidos como corriente en chorro, que soplan de oeste a este. La alteración de la corriente en chorro puede afectar todo tipo de variables climáticas, desde temperaturas hasta tormentas y vientos que pueden destrozar huracanes. Básicamente, lo que sucede en el Pacífico no se queda en el Pacífico.
Entonces, ¿qué significa todo eso para ti y para mí?
El Niño tiende a crear una historia de dos regiones: el mejor de los tiempos para algunos y el peor de los tiempos para otros.
En promedio, los años de El Niño son más cálidos a nivel mundial que los años de La Niña, el opuesto de El Niño. A nivel mundial, un El Niño fuerte puede aumentar las temperaturas en aproximadamente 0,7 grados Fahrenheit (0,4 grados Celsius). Pero en América del Norte, hay mucha variación local.
Los años de El Niño tienden a ser más cálidos en la parte norte de los EE.UU. y en Canadá, y el noroeste del Pacífico y el valle de Ohio suelen ser más secos de lo habitual en invierno y otoño. El suroeste, por otro lado, tiende a ser más fresco y húmedo que el promedio .
El Niño generalmente desplaza la corriente en chorro más al sur, por lo que sopla prácticamente de oeste a este sobre el sur de los EE.UU. Ese cambio tiende a bloquear la humedad del Golfo de México, lo que reduce el combustible para las tormentas eléctricas en el sureste. La Niña, por el contrario, está asociada con una corriente en chorro más ondulada y desplazada hacia el norte, lo que puede aumentar la actividad climática severa en el sur y el sureste.
El Niño también afecta a los huracanes, pero de diferente forma en el Atlántico y el Pacífico .
Sobre el Atlántico, El Niño tiende a aumentar la cizalladura del viento , el cambio en la velocidad del viento con la altura en la atmósfera, lo que puede destrozar a los huracanes. Pero El Niño tiene el efecto contrario en el Pacífico oriental, donde puede significar más tormentas. El calor del océano también puede aumentar el riesgo de olas de calor marinas que pueden devastar los corales y los ecosistemas de los que dependen los peces.
En el centro de los EE.UU., El Niño generalmente se asocia con condiciones más cálidas y secas que pueden aumentar levemente las posibilidades de una cosecha abundante de maíz .
En contraste, El Niño puede causar estragos en los cultivos en el sur de África y Australia y aumentar el riesgo de incendios en Australia con condiciones peligrosamente secas. Brasil y el norte de Sudamérica también tienden a ser más secos, mientras que partes de Argentina y Chile tienden a ser más húmedas .
Por supuesto, el hecho de que esto suceda normalmente no significa que suceda siempre. Cada evento meteorológico es algo diferente, por lo que la influencia de El Niño es una cuestión de probabilidad, no de certeza. Aún no está claro cómo El Niño y La Niña se verán influenciados con el tiempo por el cambio climático .
Los pronósticos no todos están de acuerdo
¿Será 2023 un año de récords? Esa es la pregunta multimillonaria .
El Servicio Meteorológico Nacional declara el inicio de El Niño cuando la temperatura del agua es de al menos 0,9 F (0,5 C) por encima de lo normal durante un período de tres meses en lo que se conoce como la región Niño3.4 . Es un gran rectángulo imaginario al sur de Hawái a lo largo del ecuador.
Para un El Niño fuerte, la región Niño3.4 necesita calentarse 2.7 F (1.5 C) durante tres meses. No está claro en este momento si este El Niño alcanzará ese umbral este año.
El primer aviso de El Niño del año de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, publicado el 8 de junio, prevé un 84 % de posibilidades de que El Niño sea mayor que moderado para el invierno y un 56 % de posibilidades de que sea fuerte.
Sin embargo, esos pronósticos pueden cambiar, y diferentes métodos de pronóstico ofrecen diferentes pronósticos de la magnitud .
Los modelos “dinámicos”, similares a los modelos utilizados para los pronósticos meteorológicos típicos, han proyectado un El Niño muy fuerte, mientras que los modelos “estáticos” o estadísticos son mucho menos optimistas. Algunos modelos predicen que 2023 se desvanecerá, y después de un par de episodios tranquilos o años neutrales, veremos un fuerte El Niño en 2026.
Pero ningún modelo de computadora de ningún tipo ha tenido experiencia con las temperaturas oceánicas globalmente súper altas que están ocurriendo en este momento. El Atlántico es inusualmente cálido, y eso podría compensar algunas de las fuerzas habituales que acompañan a El Niño.
Fuente: Robert J. Leamon. Investigador científico asociado, Universidad de Maryland, Condado de Baltimore
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