Antonio Gala El escritor, poeta y articulista, autor de 'La pasión turca', 'El manuscrito carmesí' o 'Anillos para una...
Antonio Gala |
El escritor, poeta y articulista, autor de 'La pasión turca', 'El manuscrito carmesí' o 'Anillos para una dama’, nos ha dejado a los 92 años
03 junio 2023.- Se ha ido el poeta de la palabra hermosa, el dramaturgo de la escena luminosa, el novelista de la pasión ardiente, el guionista de la historia envolvente, el articulista de la opinión valiente.
Se ha ido el hombre que amó la vida y el arte, que supo dar voz a los que no la tenían, que hizo de su pluma un instrumento de magia, que exploró los sentimientos con maestría, que creó mundos de fantasía y nostalgia.
Se ha ido el maestro que nos enseñó a soñar, a reír y a llorar con sus personajes, a viajar por el tiempo y el espacio con sus paisajes, a reflexionar sobre la sociedad y la humanidad con sus mensajes, a admirar la belleza y la verdad con sus homenajes.
Se ha ido el ser humano que nos acompañó con su presencia, que nos regaló su sabiduría y su experiencia, que nos contagió su alegría y su elegancia, que nos inspiró con su talento y su perseverancia, que nos dejó su legado y su esencia.
Para recordar su legado, aquí dejamos cuatro de sus poemas más conocidos:
Arrebátame, amor, águila esquiva
Arrebátame, amor, águila esquiva, mátame a desgarrón y a dentellada, que tengo ya la queja amordazada y entre tus garras mi esperanza viva.
No me dejes caer desde tu altura, no me dejes volar desde tu nido, no me dejes morir de lo vivido, no me dejes vivir de la amargura.
Hazme tuyo en el aire y en la tierra, en el fuego del sol y en la salobre espuma que levanta el mar que arde.
Hazme tuyo en la vida y en la muerte, en el gozo del cuerpo y en la sangre, en el beso del alma que te nombra.
Aún eres mío, porque no te tuve
Aún eres mío, porque no te tuve. Cuánto tardan, sin ti, las olas en pasar… Cuando el amor comienza, hay un momento en que Dios se sorprende de haber urdido algo tan hermoso. Entonces, se inaugura -entre el fulgor y el júbilo- el mundo nuevamente, y pedir lo imposible no es pedir demasiado.
Atardeció sin ti
Atardeció sin ti. De los cipreses… a las torres, sin ti me estremecía. Qué desgana esperar un nuevo día sin que me abraces y sin que me beses.
A fuerza de tropiezos y reveses la piel de la esperanza se me enfría. Qué agonía ocultarte mi agonía, y qué resurrección si me entendieses.
Atardeció sin ti. Seguro y lento, el sol se derrumbó, limón maduro, y a solas recibí su último aliento.
Quién me viera caer, lento y seguro, sin más calor ni más resurgimiento, gris el alma y frustrada entre lo oscuro.
A trabajos forzados
A trabajos forzados me condena mi corazón, del que te di la llave. No quiero yo tormento que se acabe, y de acero reclamo mi cadena.
No concibe mi alma mayor pena que libertad sin beso que la trabe, ni castigo concibe menos grave que una celda de amor contigo llena.
Arrástrame a la sombra de tu pelo, haz de mí lo que quieras: sólo anhelo ser el esclavo de tu esclavitud.
Pero arráncame el alma si algún día para huir de tu cárcel me veías pedir perdón o mendigar piedad.
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