Más noticias en nuestro canal de "X"

PRIME_$type=blogging$author=hide$comment=hide$rm=hide$title=out-of-thumbnail$count=1

HISTORIA. Los Jenízaros, la guardia personal del sultán otomano

  Jenízaros desfilando ante las murallas de Tblisi en 1578. Miniatura del siglo XVI. Biblioteca Británica, Londres. Erich Lessing / Album En...

 

Jenízaros desfilando ante las murallas de Tblisi en 1578. Miniatura del siglo XVI. Biblioteca Británica, Londres. Erich Lessing / Album

Entregados como tributo cristiano cuando todavía eran niños, los jenízaros constituían las tropas de élite del Imperio otomano. Durante el siglo XVI tan solo los tercios españoles podían hacerles frente y fue precisamente la Monarquía Hispánica con quien disputaba la hegemonía mundial la Sublime Puerta. En 1571 el mar Mediterráneo fue testigo de una larga y sangrienta batalla que enfrentó a tercios y jenízaros: Lepanto.

22 julio 2023.- Los orígenes del cuerpo de jenízaros se pierden en la leyenda. Algunos afirman que fueron alistados por primera vez en tiempos de Otmán I, a inicios del siglo XIV, pero lo cierto es que los primeros testimonios sobre ellos nos llevan a la década de 1380. De hecho, la primera gran batalla en la que jugaron un papel relevante fue la de Kosovo Polje en 1389, siendo a partir de ese momento decisivos en todas las grandes batallas libradas por los otomanos.

Una de las instituciones más peculiares del Imperio otomano fue el sistema de leva denominado devshirme, «recolecta». En los territorios cristianos conquistados por los turcos –ya fuese en Anatolia, Armenia o en los Balcanes europeos–, los jóvenes de mejores condiciones físicas o intelectuales eran reclutados a la fuerza durante su infancia o adolescencia, entregados por las familias de los territorios conquistados como tributo personal al sultán.

De inmediato se los trasladaba a la capital del Imperio –primero Edirne y desde 1453 Estambul– donde se ponían al servicio del sultán en calidad de «esclavos» (kul). Esta condición servil explica que solo se reclutaran retoños de familias cristianas, pues en teoría un musulmán no puede reducir a otro a la esclavitud. 

Tras ser circuncidados y recibir un nuevo nombre musulmán, los jóvenes empezaban el proceso de formación. Los más aventajados eran inscritos en el Enderun, un colegio de élite en el palacio de Topkapi, donde se preparaban para ejercer los puestos de máxima responsabilidad en el Imperio, incluso el de gran visir. 


Miniatura otomana que representa el registro de niños cristianos para el registrando a niños cristianos para el devshirme. Fuente: Wikimedia Commons

Cuando llegaban a Constantinopla, los niños destinados a convertirse en jenízaros eran internados en cuarteles-escuela llamados Acemi Oglani y se les daba la categoría de cadetes. Así iniciaban una cuidadosa y completa preparación y adiestramiento que duraba siete años y no tenía parangón en ningún ejército europeo de la época. Durante esos siete años, los jenízaros, oficialmente esclavos del sultán, eran convertidos al islam, aprendían a leer y a escribir, se les adiestraba en el manejo del arco compuesto, del arcabuz, del sable y de la artillería. Aprendían a cavar trincheras de asedio y minas, a cruzar ríos, a formar en cuadro… hasta hacer de ellos un cuerpo de infantería de línea que solo podía ser igualado por los tercios españoles. Como signo de que eran esclavos del sultán, a los jenízaros no se les permitía ni casarse, ni dejar crecer su barba y, en los primeros tiempos de su historia como cuerpo de élite, cuando morían en combate, sus bienes y posesiones pasaban a una unidad llamada orta, la cual contaba con unos 200 efectivos.

Los jenízaros contaban con sus capellanes musulmanes –si se permite la comparación– provenientes de los derviches sufíes de la orden Bektasi, y se consideraban a sí mismos como Ghazi, guerreros de la fe. Tras sus siete años de adiestramiento dejaban la condición de cadetes y eran asignados a una orta. Una vez en la nómina de los jenízaros, su sueldo era aumentado, tanto que el sistema del devshirme se limitaba a sí mismo no por la cantidad de potenciales niños cristianos reclutados, sino por el coste tan alto que implicaba mantener al cuerpo de jenízaros. Hacia 1571 los jenízaros de pleno derecho eran 13 599 y los cadetes sumaban 10 000; pues bien, incluso con lo limitado de su número, sus sueldos representaban el 27% de los salarios pagados por el sultán o, si se prefiere, el sueldo de los jenízaros representaba el 10% del presupuesto general del imperio: los jenízaros costaban al año más de 400 000 ducados.

CUERPO DE ÉLITE

La mayoría, sin embargo, eran encaminados a escuelas militares con el objetivo de destinarlos al ejército. Durante al menos seis años, bajo la supervisión de eunucos, se adiestraban en la obediencia absoluta al sultán y aprendían el arte militar. El destino último de la gran mayoría de estos reclutas era ingresar en el cuerpo de los jenízaros o yeniçeri –en turco, «nuevo soldado»–, la fuerza de choque más eficaz y temible del ejército otomano. 

Los jenízaros eran conocidos como expertos arqueros, pero también lograron un gran dominio de todo tipo de armas de fuego. Destacaban igualmente como zapadores para excavar túneles bajo los muros de las ciudades asediadas. Su participación en las campañas bélicas de los sultanes fue a menudo determinante, como sucedió en el asedio de Constantinopla, en 1453. Integraban asimismo la guardia personal del sultán, con una guarnición acampada en el primer patio del palacio de Topkapi, junto al arsenal que se había creado junto a la iglesia de Santa Irene. 

Yatagán, espada típica de los jenízaros, elaborada en el siglo XIX.

Además de sus funciones militares, los jenízaros desarrollaban otras actividades, como el mantenimiento del orden público. Cuando había riesgo de algún motín popular debido a la carestía de alimentos, eran ellos quienes protegían la harina de las panaderías o el ganado lanar de los rebaños estatales. Patrullaban las calles de noche y también actuaban como detectives, al parecer con notable eficacia. Sus vínculos secretos con las asociaciones de ladrones les hacían especialmente eficaces para recuperar artículos robados. Se los empleaba igualmente como recaudadores de impuestos, y de sus filas salían los verdugos que realizaban empalamientos o decapitaciones y exhibían públicamente los cadáveres a modo de advertencia. 

Los jenízaros atraían las miradas en los desfiles militares otomanos, en los que avanzaban sin formar filas ni marcar el paso, tomándose su tiempo. Iban comandados por su agá, un eunuco blanco que también desfilaba a pie acompañado por cuatro grandes banderas plegadas, y seguidos por derviches que cantaban y bailaban a su estilo.

La puerta de la Acogida en el Primer Patio del palacio de Topkapi, lugar que acogía los desfiles de los jenízaros. Ken Welsh / AGE Fotostock

Solo los sipahis de los seis regimientos acantonados junto al sultán, los alti bölük, contaban con un sueldo mayor que el de los jenízaros y ello en atención al coste del mantenimiento de sus caballos y criados. El prestigio que podían alcanzar estos soldados esclavos era inmenso y su carrera también podía elevarse. Como ejemplo, Sokollu Mehmed Pachá, nacido cristiano, reclutado y adiestrado como jenízaro, destacó en la batalla de Mohács de 1526 y en el sitio de Viena de 1529 y fue ascendido primero a jefe de compañía y a comandante de la guardia del sultán, después. En ese momento, como ya se les permitía a los jenízaros casarse, contrajo matrimonio con la hija de un príncipe. Fue nombrado gran almirante, luego, tercer visir y tras esto, segundo visir del imperio y, al fin, gran visir; es decir, el hombre más poderoso del Imperio tras el sultán. No estaba nada mal para un niño entregado por sus padres como tributo forzoso.

Los jenízaros eran excelentes con las armas blancas. Su manejo del sable era legendario y su habilidad como arcabuceros solo era superada por los infantes de los tercios españoles. Al respecto, se ha afirmado una y otra vez que la superioridad de los tercios sobre los jenízaros se basaba en que hacían mayor uso de armas de fuego. Según esta tesis, todavía vigente, los jenízaros preferían el arco frente al arcabuz, lo cual fue la causa de su derrota. No obstante, esta idea es equivocada, basta con repasar los números: en la galera capitana de la flota turca que combatió en Lepanto, la Sultana, que mandaba Alí Pachá, había embarcados 400 jenízaros. Pues bien, 300 de ellos eran arcabuceros y solo 100 arqueros, y lo mismo ocurría en otras campañas mediterráneas y europeas.

Instructores y cadetes jenízaros. Codex Vindobonensis 8626 (ca. 1575-1599), de Heinrich Hendrowski, conservado en la Biblioteca Nacional de Austria


Ahora bien, el arco compuesto centroasiático, el usado por los turcos, era un arma formidable. Existen registros de arqueros turcos que lanzaban sus flechas hasta más de 700 metros de distancia y no era raro que un jenízaro disparara sus flechas a más de 350 metros de distancia. De hecho, un tiro directo con este arco traspasaba una cota de malla a 100 metros de distancia y solo las corazas de máxima calidad, como las fabricadas en Milán y que solo disponían los nobles, eran capaces de aguantar un impacto directo a corta distancia –claro que también aguantaban un tiro de arcabuz–. Don Álvaro de Bazán, por ejemplo, recibió durante la batalla dos tiros de arcabuz turco en la coraza y la rodela sin resultar herido. Sin embargo, mientras que un tirador de arcabuz experimentado no solía hacer más de un disparo por minuto, únicamente los infantes hispanos superaban esa marca; un jenízaro armado con arco podía disparar hasta veinte flechas por minuto; y en combate, pese a las dificultades que implicaba, un arquero turco no bajaba de diez disparos por minuto. Añádase a eso que el alcance efectivo de un arco compuesto turco era de unos 150 metros, mientras que el de un arcabuz no pasaba de 50, y se tendrá idea cierta de hasta qué punto el arco turco podía ser un rival temible para el arcabuz y en modo alguno un arma desfasada.

Protegidos con cascos coronados con vistosas plumas de avestruz y con los torsos revestidos con cotas de malla que podían estar reforzadas con placas metálicas y cuero endurecido, los jenízaros solían combatir en línea: formando filas sucesivas de arcabuceros y arqueros que apoyaban los sipahis, los arqueros turcos a caballo y que buscaban el cuerpo a cuerpo en cuanto sus tiros devastaban la línea enemiga. Eran excelentes en los asedios debido a su alta preparación como ingenieros y a su combinación con artilleros profesionales. Su veteranía y espíritu de cuerpo eran excelentes y solían ser reservados para los momentos decisivos de las batallas o para los asaltos finales a fortalezas.

Era común ver a los jenízaros por la capital arremolinados en el entorno del mercado de la Carne, el antiguo foro de Teodosio, donde, gracias al subsidio correspondiente a su cuerpo, se beneficiaban del reparto diario y gratuito de cordero y pan, amén de nuevos ropajes o de velas de sebo para iluminarse cada semana. 
 
DEL MERCADO AL CAFÉ
En Estambul, los jenízaros frecuentaban los numerosos cafés y barberías existentes en las proximidades de los lugares de reunión o tekkes (conventos) de la hermandad bektashí, de la que eran adeptos. Esta oscura asociación se basaba en doctrinas que mezclaban elementos del antiguo paganismo turco, del budismo, del chiísmo e incluso del cristianismo; los bektashíes adoraban una «trinidad» basada en Dios, Mahoma y el califa Alí y realizaban una especie de eucaristía como ceremonia de ingreso.

Pasada la época de las grandes conquistas otomanas, los jenízaros se convirtieron en una presencia incómoda en la capital. El sultán y sus ministros temían constantemente que se amotinaran, hecho que anunciaban volcando sus calderos y rechazando la comida que les servían en el palacio. Cuando estaban en campaña, la señal de la revuelta consistía en cortar las cuerdas de la tienda del comandante, dejando caer la preciosa tela de satén al barro. Los jenízaros protagonizaron numerosas conspiraciones para destituir a visires y destronar a sultanes. En 1807 depusieron y asesinaron a Selim III cuando este quiso reformar el ejército y reducir su poder. No es extraño que cada nuevo sultán, al subir al trono, buscara congraciarse con este cuerpo militar ofreciendo un donativo a sus miembros.

El número y condición de los jenízaros comenzó a cambiar en el siglo XVII. Progresivamente se abandonó el sistema de reclutamiento, pues los privilegios y sueldo con el que contaban los jenízaros eran tan altos que sus hijos y familiares aspiraban a cubrir las bajas producidas en el cuerpo. Pronto amasaron grandes fortunas y se les permitió casarse y heredar legalmente, como ya se mencionó. Las grandes campañas del siglo XVII aumentaron también su número, llegando a superar los 40 000 hombres. Su calidad como combatientes se redujo progresivamente hasta que, ya en el siglo XVIII, comenzaron a ser más un cuerpo de parada que una fuerza efectiva. Finalmente fueron disueltos a inicios del siglo XIX.

No obstante, en el siglo XVI, nunca se desplegaron más de 10 000 jenízaros en una sola campaña o frente. De hecho, aunque en España e Italia se decía que en Argel había 10 000 jenízaros, lo cierto es que allí nunca pasaron de 2000, mientras que en la campaña de Chipre de 1570-1571 se desplegaron 5000 de una sola vez. En Lepanto pelearon 2500, lo que da cuenta de la importancia de la ocasión, pues 1 de cada 5 jenízaros, aproximadamente, combatió en ella y la mayoría de ellos, el 80%, falleció durante la batalla.

En ese momento, en Lepanto, los jenízaros estaban muy lejos de su decadencia y podían medirse, hombre por hombre, con los veteranos de los tercios españoles y aventajar sobradamente a los soldados napolitanos, toscanos, genoveses, venecianos, alemanes, etc., que acudieran a la gran jornada.


PIRÓMANOS Y EXTORSIONADORES
Por su parte, los habitantes de Estambul consideraban a los jenízaros unos matones arribistas de origen servil. La población estaba expuesta a sus abusos, que quedaban impunes, ya que los jenízaros tenían sus propios tribunales, que solían protegerlos cuando cometían algún desmán. 

Los jenízaros usaban su condición de bomberos para extorsionar a la población de Estambul, cobrando para no incendiar sus hogares y negocios, que en su mayoría eran de madera y ardían fácilmente. De igual manera, una vez declarado un incendio, aceptaban sobornos por no demoler las casas que quedaban en pie para crear cortafuegos. 

En las memorias de sus viajes por Oriente, el inglés sir Adolphus Slade recoge la mala fama que tenían los jenízaros a principios del siglo XIX: «Como señores que eran de su época […] gobernaban en Constantinopla con ilimitada insolencia, y su solo aspecto bastaba para retratar los extremos de libertinaje a que llegaban. Todo en ellos lo proclamaba: sus palabras soeces, su grosera conducta, sus gigantescos turbantes, sus chalecos desabotonados, sus abultadas fajas repletas de armas, sus pesados bastones […]; todo contribuía a convertirlos en personajes abocados a inspirar temor y repugnancia [...]. Estos hombres apartaban a empellones a cuantos se interpusieran en su camino, sin la más mínima consideración a la edad o el sexo de las personas, lo que muchas veces les llevaba a provocar en la gente un sostenido gesto de ira o desprecio».

La impopularidad de los jenízaros entre la población y su insubordinación frente a los sultanes desembocaron en la dramática supresión del cuerpo en 1826, en el llamado «Venturoso Acontecimiento». Obligados a ponerse un uniforme de estilo europeo, los jenízaros protagonizaron una última revuelta que se saldó con la matanza, únicamente en Estambul, de miles de ellos, muchos a manos de la población a la que habían maltratado durante tanto tiempo. 

Portador de cucharón jenízaro. Grabado inglés del siglo XIX. Alamy / ACI

La parafernalia jenízara estaba muy ligada a la cocina. Cada mañana, tres jenízaros portaban el caldero del regimiento y repartían la comida entre sus miembros con un gran cucharón. Perder el caldero en combate se pagaba con la expulsión de sus oficiales.

Tal vez el elemento más característico de la vistosa indumentaria jenizara fuera su tocado, el börk. Los jenízaros aprendían desde niños las múltiples maneras de plegar este vistoso turbante, cuya solapa caía por detrás de la cabeza simulando una manga doblada. En un principio, este sombrero estaba coronado por una cuchara, símbolo culinario de unión y camaradería, puesto que era el cubierto con el que los soldados de la unidad comían del caldero común. Con el tiempo, este cubierto fue sustituido por largas plumas de avestruz o penachos colgados del portaplumas que remataba la franja metálica que ajustaba el sombrero a la cabeza. Con la decadencia militar del cuerpo, el börk fue cediendo paso a extravagantes turbantes poco aptos para el combate.

Banda militar jenízara en una miniatura de El libro de las fiestas, de 1720. Alamy / ACI

Puede que el origen de las bandas militares esté, precisamente, en el tañido de los instrumentos de percusión y viento que encabezaban la marcha de los jenízaros. Incluso durante los asedios –como el de la misma Constantinopla en 1453–, la estruendosa música de címbalos, tambores y pífanos no cesaba ni de día ni de noche, cumpliendo una doble función: enardecer el ánimo de los mahometanos y, a la vez, de forma directamente proporcional, amedrentar a la población cercada. En aquellas atemorizantes fanfarrias están las raíces de obras tan conocidas como la Marcha turca de Mozart.

Para saber más:

Jason Goodwin. Los señores del horizonte. Alianza Editorial. Madrid 2006.

David Nicolle. The janissaries. Osprey Publishing. Londres, 1995.

COMENTARIOS

Nombre

actualidad,1164,ADN,3,agenda,7,agricultura,129,agujeros negros,5,ALCINE,2,alergia,5,alimentación,2,alzheimer,68,anemia,1,animales,130,antibióticos,2,apnea,1,arañas,1,ARNm,2,arqueologia,100,arte,2,artrosis,1,aspirina,1,astronomia,159,atrofia muscular espinal,1,audiovisual,252,autismo,17,ávaros,1,aviso,4,avuelapluma,14,BIC,4,biocombustibles,7,biodiversidad,39,biotecnología,18,BIP,1,botox,1,calefacción,1,calentamiento global,19,calor,5,cambio climático,85,cancer,201,cannabidiol,1,cannabis,4,CAR-T,8,carnavales_2024,15,CBD,1,cemento,1,cerebro,1,ciberseguridad,2,ciencia,449,cine,119,clima,1,CO2,9,colesterol,3,compromiso179,8,computación cuántica,3,contaminación,24,convocatoria,50,COP28,5,COP29,1,covid-19,120,CRISPR,3,Crohn,1,cultura,235,cultura_alcala,7,cultura_guadalajara,1,cultura_torrejon,1,danza,6,deal,62,demencia,5,dengue,2,deportes,330,depresión,10,diabetes,63,dieta,1,economia,428,economia_empleo,135,economia_negocios,379,economia_sociales,74,economia_vivienda,82,edición genética,8,EII,1,El Niño,1,ELA,2,elecciones,26,elecciones_partidos,8,elecciones_UE2024,26,elecciones2023,78,elecciones2023_alcala,6,elecciones2023_coslada,1,elecciones2023_guadalajara,31,elecciones2023_madrid,7,elecciones2023_torrejon,24,elecciones2023_villalbilla,3,empleo,21,energia,936,energía nuclear,7,energía solar,67,energia_almacenamiento,8,energia_eolica,19,energías renovables,113,enfermedades infecciosas,18,enigmas,158,ensayos,3,enseñanza,1,envejecimiento,7,epigenética,2,epilepsia,2,esclerosis,22,esnoticia,4130,esnoticia_alcala,1013,esnoticia_anchuelo,1,esnoticia_azuqueca,104,esnoticia_breves,20,esnoticia_coslada,404,esnoticia_guadalajara,444,esnoticia_madrid,1635,esnoticia_sanfernando,201,esnoticia_torrejon,468,esnoticia_velilla,2,esnoticia_villalbilla,93,espacio,6,esquizofrenia,1,estrés,1,europa,47,eventos,32,exposiciones,36,fagos,1,FESCIGU,3,Fiestas_Alcala,9,fiestas_azuqueca,9,financiación_autonómica,1,FITUR_2023,18,FITUR_2024,16,FIVE,1,formacion,39,foros y debates,57,gastronomia,48,gemelo digital,1,geoingeniería,1,geología,1,glioblastoma,1,gripe aviar,4,halloween,6,hidrógeno verde,34,hispanidad,2,Hispanidad_2024,4,historia,186,historias,446,horteralia,1,huracanes,1,ictus,1,IMDEA,1,imserso,1,inca,1,incendios,2,influenza,1,inmigración,4,inmunoterapia,45,inteligencia artificial,105,investigación,1,ITS,1,James Webb,8,ketamina,1,laboral,34,LGBT,1,libros,173,lídar,1,litio,3,malaria,2,manos unidas,1,marburgo,2,mayas,3,MDMA,1,medicamentos,33,medioambiente,361,melanoma,2,micenas,1,microplásticos,6,migrañas,1,miocarditis,1,mitosyleyendas,61,motor,579,motor_electricos,137,motor_hibridos,82,motor_innovacion,65,motor_mercado,154,motor_noticias,153,movilidad,17,mpox,7,mujer,1,mundo antiguo,1,museos,2,musica,20,naturaleza,137,Navidad2023,52,neardental,2,neurociencia,35,Nobel2024,4,nocturia,1,nutricion,149,nutrición,5,obesidad,11,opinión,216,osteoartritis,1,paleontología,1,parkinson,24,peliculas,37,pensiones,1,permanente,1,personajes,100,pesca,1,plantas,38,plásticos,2,poesia,46,polen,2,presupuestos2024,1,prime,75,psicologia,1,psilocibina,1,relatos,2,renfe,2,robótica,28,sal,1,salud,726,salud dental,14,salud mental,14,semana_santa,15,servicios_profesionales,1,SIDA,1,sueño,3,teatro,22,tecnologia,251,telemedicina,1,terremotos,1,THC,1,tradiciones,67,transmisión_sexual,1,transporte,2,TRIAPOL,1,turismo,270,universo,14,vacunas,5,vacunas ARN,7,vidasaludable,158,video,41,VIH,4,violenciadegenero,1,viruela,2,virus,4,virus del nilo,2,yuca,1,
ltr
item
La Crónica del Henares: HISTORIA. Los Jenízaros, la guardia personal del sultán otomano
HISTORIA. Los Jenízaros, la guardia personal del sultán otomano
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5MPLILuOKYX7lF9QU4THi75wJ-ar6aLhNyiYDdSGba-EPZ3FzM5KTsGc17fJjiCPbep0BkojrcEJhyReHiG9IRiIsOMgf8Vj--c7B_ZMyA7qKSAAO4Avwt6KANilQO6z6hzoC26VNt1BbFeV-wZOAyC3OuY5j6p_oMu4s9zFVRC0iGwXAwjLQheYwh0N/s320/histo.jpg
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5MPLILuOKYX7lF9QU4THi75wJ-ar6aLhNyiYDdSGba-EPZ3FzM5KTsGc17fJjiCPbep0BkojrcEJhyReHiG9IRiIsOMgf8Vj--c7B_ZMyA7qKSAAO4Avwt6KANilQO6z6hzoC26VNt1BbFeV-wZOAyC3OuY5j6p_oMu4s9zFVRC0iGwXAwjLQheYwh0N/s72-c/histo.jpg
La Crónica del Henares
https://www.cronicadelhenares.com/2023/07/historia-los-jenizaros-la-guardia.html
https://www.cronicadelhenares.com/
https://www.cronicadelhenares.com/
https://www.cronicadelhenares.com/2023/07/historia-los-jenizaros-la-guardia.html
true
5995595061750506997
UTF-8
Cargar todos los posts No se encuentra Ver todo Leer más Responder Cancelar respuesta Borrar Por Inicio Páginas Posts Ver todo Relacionados Etiqueta ARCHIVO BUSCAR Todos los posts No se encuentra INICIO Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Dom Lun Mar Mie Jue Vie Sab Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Ene Feb Mar Abr Mayo Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic justo ahora hace 1 minuto hace $$1$$ minutos hace 1 hora hace $$1$$ horas Ayer hace $$1$$ días hace $$1$$ semanas hace más de 5 semanas Seguidores Siguen THIS PREMIUM CONTENT IS LOCKED STEP 1: Share to a social network STEP 2: Click the link on your social network Copy All Code Select All Code All codes were copied to your clipboard Can not copy the codes / texts, please press [CTRL]+[C] (or CMD+C with Mac) to copy Tabla de contenidos