Reseña de "Los asesinos de la luna: entre lo poético y la justicia" (por Omar Cruz)
Los asesinos de la luna: entre lo poético y la justicia
(por Omar Cruz)
«Soy la sangre dentro de tus venas, soy un pedazo de tierra que vale la pena» Residente
09 diciembre 2023.- Los pueblos originarios de América de manera histórica y constante han sido sometidos brutalmente a tratos crueles e inhumanos. Sabemos también que, muchos de ellos hoy día están al borde de la extinción y quedan muy pocos que conservan las costumbres y los rituales que los identifican de manera tribal. Hay que mencionar que todo cambia y evoluciona, más en esta época en la que las nuevas tecnologías llevan un paso arrasador y los pueblos originarios al estar en la completa marginación y olvido ven pasar de lejos el desarrollo y por tanto de sienten con la obligación de adaptarse a una época que les exige en demasía y, a la misma vez les quita lo poco que les ha ido quedando es decir su esencia e identidad.
En los Estados Unidos (EEUU) la situación de los pueblos originarios también pasó por ese proceso de segregación espantoso que dejó a muchas tribus en el abandono. También es cierto que, al poseer éstos pueblos mucha riqueza, los nuevos inquilinos de los Estados Unidos (EEUU) en los años 1922 decidieron arrebatarle a dichas tribus su identidad, su trabajo, sus tierras y también lo poco que les quedaba de familia. Es bien sabido que en ellos existía la unión y la cooperación y quizá fue por eso que decidieron borrarlos como una huella en la arena o como una mancha de petróleo en el mar. Pueblos como «Los pieles rojas», «Los Osage» fueron tratados de forma atroz y se les arrancó hasta las ganas de seguir viviendo en un país que hoy día sufre una debacle sin rumbo ni salida.
Así surge, creo yo, la película «Los asesinos de la luna» del cineasta Martin Scorsese. Una cinta que a mí parecer viene a reivindicar un poco de la vida e historia de los pueblos que en los Estados Unidos (EEUU) bajo el más vil de los abusos fueron sometidos hasta dejar que hoy día sus raíces estén más extintas que nunca y solo quede de ellos un recuerdo que ya no prevalece con la luminosidad de antaño.
De la fotografía en la película
Martin Scorsese siempre se ha caracterizado por ser un cineasta meticuloso, crítico feroz de aquello que le resta a la humanidad sus valores; y la lleva por senderos de ruina y de perdición. Así es como a través de las pulidas imágenes de esta obra vamos conociendo la historia de la tribu «Osage» y para la que el cineasta utiliza elementos de inmersión desde el principio de la cinta y nos lleva a un año mil novecientos veinte dos dotado de nostalgia y algunas alegrías puesto que aún notamos los bosques no talados, los animales conviviendo en su perfecto cauce y la humanidad tratando de superarse sin dañar a la madre naturaleza. Posteriormente el cineasta nos guía desde otros planos de la fotografía y nos muestra imágenes en cuadrado que enmarcan de manera precisa la vida de aquella época, luego nos lleva con planos en picada/caída y nos va mostrando la historia oscura de quienes decidieron abusar de aquellos sectores vulnerables dentro de aquella sociedad en formación y finaliza con planos paralelos e inmersivos en los que va guiando la historia de acorde al ritmo de una fresca y bien fraguada narrativa.
Del guion en la película
Desde «Taxi Driver», «Goodfellas» o incluso «El Irlandés» sabemos que el trabajo de Scorsese es digno de admirar y aplaudir. Es siempre acertado y preciso, sabe perfectamente en donde cortar para que la narrativa de su guión no se vuelva repetitiva y se desgaste con el paso del tiempo. Todo esto lo menciono porque estamos frente a una película que dura en aproximado y sin cortes tres horas y dieciséis minutos pero que se disfruta de una manera amena, sin cansar ni incomodar al público y todo esto obedece creo yo, a que el cineasta cuenta la historia sin excesos, sin abusar de los hechos históricos, dejando que su pluma recorra lentamente a través de la pantalla y nos deje una sensación de justicia en su obra para los «Osage» y demás pueblos originarios y no un trabajo más que se diluye en el tiempo y envejece mal por la historia. Debo destacar también que los elementos narrativos son perfectamente cortados, ya que es notable el cambio que Martin Scorsese y su equipo hacen en cada hora de la película cabiendo destacar que no se siente la incomodidad ni el peso de los movimientos, por el contrario siento que todo esto le va dando mucha más riqueza.
De la justicia que merecen los pueblos originarios
Si bien es cierto que, Martin Scorsese es un cineasta norteamericano su trabajo es también muy meticuloso y no se deja llevar por las ligerezas algo que me gusta mucho puesto que, él sabía de la necesidad de darle justicia al legado de «Los pieles rojas» y los «Osage» pero no por eso se deja llevar para convertir su obra en un panfleto, por el contrario siento que exige lo justo dándole al cine y, a los pueblos originarios su lugar en la historia que es al final el único juez que nos deja tremendas lecciones de vida con el paso del tiempo. Esto lo destaco porque me gusta la honestidad y la sinceridad de la cinta y eso es admirable porque bien pudo haber hecho de su película un panfleto de momento para agitar a las masas pero prefirió hablar de justicia, tierra y libertad que tanto nos hace falta en estos tiempos tan convulsos.
«Los asesinos de la luna» es una película que nos deja muchos mensajes importantes sobre la vigencia que aún tienen nuestra raíces como americanos y lo valiosas que son estas expresiones cuando son llevadas a la pantalla grande de una manera honrosa y cuidadosa. Siento que la obra de Scorsese complementa correctamente con las batallas y luchas que a diario viven los pueblos originarios en esta américa que a diario los desprecia y margina de una manera horrorosa.
«Los asesinos de la luna» también es la voz del cineasta hacia aquellos que manejan los hilos del poder y que, a día de hoy siguen abusando de este para someter a los sin voz y aquellos que siguen siendo abusados a la vista de los gobiernos de turno y demás organizaciones que los usan únicamente para su beneficio y no para darles la justicia que desde antaño han esperado. Martin Scorsese supo narrar en esta cinta la valía e importancia de las raíces del nativo americano y también del hombre que aún defiende a capa y espada la fuerza y belleza de la casa común.
Autor: Omar Cruz
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