España cierra 2023 con un déficit público del 3,66% del PIB
El crecimiento económico, el empleo y el éxito de las medidas del Gobierno para combatir la crisis han favorecido la mejora de las cuentas públicas
21 marzo 2024.- Las Administraciones Públicas en su conjunto cerraron el año 2023 con un déficit del 3,66% del PIB, situándose así en los 53.556 millones de euros, incluyendo la ayuda financiera. Esto supone una reducción de más de 10.000 millones y del 16% con respecto a 2022, datos que evidencian el compromiso con la estabilidad presupuestaria de las políticas del Gobierno de España.
Con estas cifras, se ha logrado que el saldo negativo esté muy por debajo del 3,9% recogido en las previsiones remitidas a la Comisión Europea. Lo que ha permitido por cuarto año consecutivo presentar datos muy mejorados con respecto a las tasas de referencia fijadas en el Programa de Estabilidad.
Este resultado en el pasado ejercicio implica una reducción muy acelerada con respecto a 2020, año del estallido de la pandemia del coronavirus, cuando se alcanzó un déficit del 10,1% sobre el PIB. Esas cifras se han reducido en tan solo tres años en 6,4 puntos y 60.000 millones de euros, lo que supone un 52,7% menos. Los números actuales evidencian el compromiso con la estabilidad presupuestaria y la responsabilidad fiscal del Ejecutivo, incluso en un contexto de suspensión de las reglas fiscales.
Además, la deuda pública experimentó una reducción de 17,6 puntos porcentuales en solo tres ejercicios. Esto ha facilitado que España se haya consolidado como uno de los motores del crecimiento de la Unión Europea, tal y como atestiguan cada mes los datos de Eurostat.
Alcanzar y superar el objetivo marcado en la tasa de referencia acordada con la Comisión Europea ha sido posible gracias a la política económica del Gobierno. Esta ha permitido un crecimiento económico acreditado del 2,5% sobre el PIB, que quintuplica al de la zona euro; una fuerte creación de empleo con hasta 21 millones de afiliados a la Seguridad Social; y un impulso a la transformación del tejido productivo a través de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Esta estrategia ha estado acompañada de medidas para no dejar a nadie atrás tras la crisis de la COVID-19 y la provocada por la invasión de Rusia en Ucrania. De esta manera, la ciudadanía española ha estado respaldada por un escudo social de más de 120.000 millones de euros que ha permitido sostener el Estado del Bienestar en un contexto de gran dificultad.
Los colectivos vulnerables, además de la clase media y trabajadora, han sido los principales destinatarios de diferentes ayudas y reformas que han permitido al país afrontar la crisis sin recortes sociales y reforzando los servicios públicos.
Junto a lo anterior, hay que tener en cuenta que la presión fiscal disminuyó tres décimas de PIB en 2023 con respecto al año anterior, situándose en el 38%. Una situación que beneficia a los ciudadanos con rentas medianas y bajas, que son los más beneficiados por la reducción de los impuestos indirectos aplicada en 2023.
Este respaldo fiscal a la ciudadanía en los últimos tres ejercicios se ha traducido en más de 46.000 millones en ayudas para que la sociedad pudiera afrontar las subidas de precios en mejores condiciones. Varios paquetes de ayudas entre las que está la mayor rebaja de impuestos a la energía de la historia y la reducción del IVA de los alimentos básicos de la cesta de la compra. Lo que ha facilitado que la inflación cayera en febrero hasta el 2,8% en solo tres ejercicios.
De hecho, la aplicación de estas medidas, centradas en gran parte en combatir la elevada inflación, ha evitado que la reducción del déficit fuera aún mayor de lo finalmente dispuesto en 2023. De no haberse destinado más de 17.000 millones para combatir la crisis de precios en este año, la cifra se habría reducido hasta el 2,5% del PIB. Es decir, el porcentaje de saldo negativo más bajo que se registraba desde los años previos a la crisis financiera que comenzó en el año 2008.
Esta apuesta por reforzar el escudo social y no aplicar recortes ha facilitado que los ingresos también hayan experimentado un comportamiento positivo. En 2023, los ingresos tributarios crecieron un 6,4% hasta los 271.935 millones de euros. Esto permite cumplir un año más con las previsiones de ingresos presupuestadas. En el ámbito del IRPF, se alcanzaron los 120.280 millones, un 9,9% más que el anterior ejercicio.
Este crecimiento de la recaudación se ha producido en medio de la mayor rebaja de IRPF de la historia a las rentas bajas de hasta 21.000 euros, que representa el sueldo mediano. Una medida que beneficia a la mitad de los trabajadores, que ahorraron más de 1.700 millones de IRPF. Aun así, los ingresos aumentaron por la mejoría continua de los datos de empleo y el aumento de los salarios.
Estos datos se explican, especialmente el último, con el destacado crecimiento que ha experimentado el mercado de trabajo y de las rentas derivadas del mismo, que crecieron en 2023 cerca del 8%. De esta manera, los cerca de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social han permitido que las rentas brutas de los hogares crecieran alrededor del 9%.
Todo lo anterior se complementa con los ejercicios de evaluación del gasto o 'spending review', para los que el Gobierno y el Ministerio de Hacienda ejecutan las recomendaciones emitidas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sobre los mismos para lograr la mejor estrategia integral de responsabilidad fiscal. En el pasado 2022, de las 300 recomendaciones formuladas por la AIReF, casi el 70% ya han sido implementadas en las Administraciones Públicas.
Con todos estos datos positivos, el conjunto de las Administraciones Públicas mantiene intacto su compromiso con la estabilidad presupuestaria e inicia en condiciones muy favorables el camino para cumplir con las tasas de referencia de los próximos años.
Una corrección de los desequilibrios que se explica por la política económica y por el impacto de los fondos correspondientes al PRTR, ámbito en el que España es uno de los principales motores en el despliegue de las reformas acordadas con la Comisión Europea.
Déficit de las Administraciones Públicas
Analizando los datos por subsectores, la Administración Central vuelve a ser la que lidera la reducción del déficit. Esta cerró 2023 con 30.828 millones de déficit (2,11% sobre el PIB), un 25,1% menos que en 2022. El subsector Comunidades Autónomas se situó en los 13.254 millones (0,91% del PIB), con una reducción del 12,34%.
En las Entidades Locales, la mejoría fue del 18,3%, al caer a los 1.263 millones (0,09% sobre el PIB). Por último, la Seguridad Social registró un déficit de 8.211 millones (0,56% del PIB), situándose así en la línea de las previsiones del Gobierno.
En cuanto a los recursos, en términos de contabilidad nacional, los ingresos crecieron un 9% (51.566 millones) gracias a los recursos fiscales, que se incrementaron un 7% (23.207 millones), y a las cotizaciones sociales, cuya alza fue del 9,3% (16.709 millones).
En cuanto al gasto, el mismo creció un 6,5%, debido a partidas como los consumos intermedios (7,5%), los intereses (13,1%) o la remuneración de asalariados (5,5%).
Ingresos tributarios
Entrando al detalle de los ingresos tributarios en términos de caja, los datos de la Agencia Tributaria a cierre de 2023 cifran la recaudación en 271.935 millones de euros, un 6,4% más que en 2022. El crecimiento económico y el buen comportamiento del mercado de trabajo explican en gran medida esta alza, especialmente en los beneficios empresariales. En cuanto al gasto en consumo, este se incrementó apenas un 3,8% gracias a la caída de los precios energéticos por las rebajas en los impuestos especiales.
En general, estos ingresos ligados al gasto tuvieron un comportamiento similar al del ejercicio anterior por las reducciones de IVA tanto en alimentación como en energía. De hecho, de no ser por estos cambios normativos, los ingresos habrían contado con 3.342 millones adicionales. Lo que habría supuesto un incremento de la recaudación del 7,8%. Esto se observa de manera más clara con el incremento del 10,1% en los impuestos directos (IRPF, sociedades o medioambientales) y una subida del 1,7% en la recaudación de los indirectos.
En el detalle de cada uno, los ingresos por IRPF alcanzaron los 120.280 millones, un 9,9% más. Este porcentaje es muy similar al de la renta disponible de los hogares, que creció un 9%. Lo que muestra que el aumento del empleo y las subidas salariales y de pensiones repercuten de manera positiva tanto en la recaudación como en la liquidez que llega a la ciudadanía.
En el Impuesto sobre Sociedades, se recaudaron 35.060 millones de euros, un 9% más que en 2022. Este dato muestra que los beneficios empresariales se mantienen a un buen ritmo, al crecer por encima del 15%, con un aumento notable de los pagos fraccionados. Todo ello en un contexto novedoso por la aplicación del tipo mínimo del 15%, además de por la nueva normativa para los grupos en lo referido al cálculo de la base imponible. A pesar de estas nuevas normativas, el incremento del 9% es la respuesta al elevado número de solicitudes de devolución del ejercicio 2021 y el adelanto en el calendario de las devoluciones de la campaña de 2022.
En lo que respecta al IVA, los ingresos crecieron un 1,6%, a pesar de que el gasto sujeto al mismo se elevó un 7,4%. Esto se explica con las medidas para acompañar a la ciudadanía que provocaron rebajas en los tipos de energía y alimentos básicos, además de las nuevas regulaciones sobre aplazamientos y devoluciones extraordinarias. Esto ha provocado una merma recaudatoria de 4.300 millones.
IIEE
Los ingresos por Impuestos Especiales alcanzaron los 20.757 millones de euros, en línea con las previsiones para 2023. Con respecto a 2022, la recaudación aumentó en 533 millones, un 2,6% más. En este ámbito hay que destacar la merma recaudatoria en el ámbito de la electricidad por las medidas anticrisis del Gobierno, con las que se ha compensado la factura energética de la ciudadanía en un contexto de precios elevados.
La mayor recaudación fue por hidrocarburos, con más de 12.000 millones, aunque solo aumentó un 0,6%. Le siguieron las labores del tabaco, con más de 6.700 millones, aunque el crecimiento se concentró en las labores distintas de los cigarrillos. En cambio, el consumo de cigarrillos disminuyó casi un 5%.
Los ingresos por alcohol cayeron un 7,2%, debido al menor consumo de este tipo de bebidas. No ocurrió lo mismo con la cerveza, que se mantuvo en niveles similares a los de 2022, plásticos no reutilizables o carbón se situaron en cifras cercanas a las previsiones para el ejercicio.
Administración Central
La Administración Central registró en 2023 un déficit del 2,11%, lo que supone una reducción de casi un punto con respecto a 2022, cuando se registró un 3,06%.
Los recursos no financieros alcanzaron los 289.486 millones de euros, suponiendo un 19,8% del PIB, aumentando así un 4,1% y 11.530 millones de un año para otro. Los impuestos aportaron 224.186 millones, crecieron un 5,3% y son más del 15% de los recursos totales.
Los recursos no financieros alcanzaron los 289.486 millones de euros, suponiendo un 19,8% del PIB, aumentando así un 4,1% y 11.530 millones de un año para otro. Los impuestos aportaron 224.186 millones, crecieron un 5,3% y son más del 15% de los recursos totales.
En el ámbito de los empleos no financieros, estos alcanzan los 320.314 millones, creciendo así un 0,4% sobre 2022. En este caso, la mayor partida son las transferencias entre Administraciones Públicas, que copan más del 50% del total y crecen un 3,6% hasta los 171.958 millones de euros. Unas cifras que se explican en parte por la dotación adicional de 1.666 millones de euros destinada a Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales con el fin de compensar su saldo global negativo en la liquidación correspondiente a 2020.
La remuneración de asalariados crece un 3,8%, situándose en 28.749 millones de euros. Después del incremento adicional del 0,5% previsto en la Ley de Presupuestos Generales de 2023, para compensar la pérdida de poder adquisitivo motivada por la inflación, con aplicación retroactiva desde enero, la subida salarial del ejercicio se sitúa en el 3%.
Los consumos intermedios han ascendido a 14.276 millones de euros, un 14,2% más que en el mismo periodo de 2022 y los intereses devengados aumentan un 6% hasta situarse en 30.306 millones de euros. En cuanto a las prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie, estas aumentan un 11%, cifra que incorpora una revalorización de las pensiones contributivas de Clases Pasivas del 8,5% para el ejercicio 2023. Además, los perceptores de pensiones no contributivas mantienen durante todo el año 2023 la subida del 15% en sus prestaciones, que ya se les venía aplicando desde julio de 2022.
El gasto en subvenciones a la producción y a los productos alcanza los 10.112 millones de euros, incluyendo en este ejercicio diversas ayudas al transporte, así como la financiación de la TUR (tarifa de último recurso) en el gas natural. Además, destaca la formación bruta de capital fijo, que se sitúa en 11.936 millones de euros.
Por lo que respecta a los Organismos Autónomos de la Administración Central, con ayuda financiera han alcanzado un superávit de 3.527 millones de euros. Este resultado se debe a un aumento de ingresos de 4.119 millones de euros, alcanzando los 33.082 millones, y un incremento de gastos de 3.782 millones de euros, llegando a los 29.555 millones.
Se destaca el aumento significativo del 22,8% en las transferencias recibidas de otras Administraciones Públicas, totalizando 16.370 millones de euros.
Los ingresos por impuestos han aumentado en un 3,5%, destacando los impuestos sobre producción e importaciones, que han crecido un 15,4%, alcanzando los 2.306 millones de euros.
En términos de gastos, se ha experimentado un crecimiento del 14,7%, destacando aumentos en subvenciones (+1.020 millones de euros), intereses (+808 millones de euros), remuneración de asalariados (+458 millones de euros) y formación bruta de capital fijo (+1.163 millones de euros). Unas cifras que muestran una gestión financiera efectiva que ha generado un superávit, indicando un control adecuado de ingresos y gastos en los Organismos de la Administración Central.
Comunidades Autónomas
Las Comunidades Autónomas registraron un déficit de 13.254 millones, lo que equivale al 0,91% del PIB. Es decir, un 12,3% menos que en 2022. Una mejoría que se explica con los recursos récord que reciben las comunidades autónomas a través del sistema de financiación, incrementados en más de un 46% durante los últimos seis años.
En concreto, y desde la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez, las CCAA han contado con los mayores recursos de su historia. En el ejercicio 2024 está previsto que reciban 154.467 millones de euros, un 14,9% más que en 2023. Así, dispondrán de 20.000 millones de un año a otro, siguiendo así la línea de respaldo récord desplegado durante los últimos años de la actual administración.
En el ámbito de impuestos, se ha registrado un crecimiento del 13,4%, alcanzando los 86.818 millones de euros. Dentro de estos, los impuestos sobre la producción y las importaciones alcanzan los 19.241 millones de euros. En los ingresos por impuestos sobre la renta y patrimonio, el incremento es del 20,3% hasta situarse en un total de 64.507 millones de euros, principalmente por las entregas a cuenta y la liquidación del IRPF, recogida como impuesto propio a los efectos de registro en términos de contabilidad nacional.
Los ingresos percibidos por impuestos sobre el capital ascienden a 3.070 millones de euros. Las transferencias entre AAPP alcanzan los 126.186 millones de euros. Del importe anterior, las transferencias recibidas por el sistema de financiación crecen un 10,6%, lo que supone 8.529 millones de euros más hasta alcanzar los 19.440 millones.
Al mismo tiempo, los ingresos obtenidos del resto de recursos se sitúan en 23.056 millones de euros, lo que supone una reducción del 5,2% respecto a diciembre de 2022.
Para la cooperación internacional se han destinado 1.095 millones de euros, en la ayuda a la inversión 4.625 millones de euros y en los ingresos por la venta bienes y servicios 13.434 millones de euros. Estos se han compensado en parte por el aumento de intereses devengados, situándose en 1.595 millones.
Entre los gastos, la remuneración de asalariados crece un 5,9%. Esta alza se debe, en parte, al incremento salarial de 2023 del 3%, aplicado sobre el importe consolidado a finales de 2022, que fue del 3,5%. Los consumos intermedios aumentan un 3% hasta situarse en 38.922 millones de euros.
Las subvenciones se sitúan en 5.917 millones de euros, con un aumento del 6,5% respecto a finales de 2022. Por su parte, los intereses aumentan un 73,5% hasta 6.468 millones de euros.
Las transferencias sociales en especie se elevan en un 6% (2.055 millones de euros más) hasta los 36.387 millones de euros. De este incremento, el 57% corresponde al aumento del gasto en conciertos educativos en un 4,4% hasta los 7.747 millones de euros, el de farmacia en un 3,6% hasta 13.328 millones de euros y al gasto en conciertos de asistencia sanitaria en un 5,5% hasta 7.264 millones de euros.
Por otro lado, las prestaciones sociales distintas de las transferencias en especie ascienden a 5.845 millones de euros, un 10,1% más que en 2022. De igual modo, la inversión alcanza los 18.827 millones de euros, un 26,1% superior a la registrada el ejercicio previo.
En el resto de empleos, aumentó un 23% hasta los 9.020 millones de euros. Aquí cabe mencionar la ayuda a la inversión, con un avance del 31,4%, y las transferencias corrientes diversas en un 23,3%.
Entidades Locales
El conjunto de las Entidades Locales registró un déficit de 1.263 millones, lo que supone un 0,09% del PIB. La reducción lograda en este subsector es del 18,3% y 282 millones, dejando atrás el 0,11% de desequilibrio de 2022. Esto ha sido posible por el resultado neto positivo de la liquidación definitiva del sistema de financiación de 2021, que les reportó 642 millones. Junto a esto, hay que tener en cuenta la transferencia recibida del Estado para dar cobertura a su saldo negativo de 2020 por 1.586 millones.
De restar del déficit de dichos periodos las liquidaciones negativas y las transferencias de ingresos mencionadas, el déficit de las EELL sería de 3.491 millones.
Analizando el comportamiento de los ingresos, estos han experimentado un incremento del 6,7% con respecto a 2022 y 6.020 millones más. Los recursos impositivos, su principal fuente de financiación, aumentan en 1.737 millones de euros. La segunda fuente de financiación corresponde a las transferencias recibidas de otras administraciones públicas, con 38.532 millones, cifra superior en un 8% a la de finales de 2022. Este aumento se debe, principalmente, a los mayores recursos recibidos del Estado, un 6,6% superiores a los de 2022.
Las transferencias recibidas por el sistema de financiación han aumentado un 5,3%, 22.356 millones más. Además, en 2023 se han recibido 226 millones de ayudas directas para cubrir los menores ingresos por la puesta en práctica de una reducción en el precio de transporte colectivo urbano o interurbano a usuarios habituales en el ámbito de sus competencias.
En los gastos, estos se elevan un 6,3%. Los principales incrementos se han producido los intereses, que presentan un crecimiento del 85,1%, 451 millones más hasta 981 millones; o la remuneración de asalariados, que crece un 5,3%. Esta evolución se debe, entre otras razones, al incremento salarial del 3% para 2023.
Los consumos intermedios presentan un avance del 9,6%, 2.628 millones más hasta 30.138 millones. Además, las transferencias entre administraciones públicas disminuyen un 12,5%. Este descenso se debe a la menor transferencia realizada al Estado por la liquidación definitiva del sistema de financiación de 2021, practicada en julio de 2023, por importe de 52 millones. Mientras que la liquidación definitiva del sistema de financiación de 2020, practicada en julio de 2022, supuso una transferencia de gasto de 3.009 millones. Por último, la formación bruta de capital fijo aumenta un 24,5% hasta los 12.320 millones.
Fuente: Gobierno de España
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