Escapada al Valle de Ayala (Euskadi): entre el Cantábrico y la meseta castellana
Vista parcial del valle de Ayala - Aiara |
Euskadi es un mosaico de paisajes donde cada valle y cada puerto suma para confeccionar un conjunto especialmente atractivo. Su orografía caprichosa, con montes que superan los 1.000 metros de altitud, vegas profundas y una costa recortada por el Cantábrico, ha permitido que cada rincón tenga su propia esencia.
10 marzo 2024.- El Valle de Ayala está a caballo entre las provincias de Álava y Vizcaya, en el País Vasco. Es un destino que combina tanto un precioso entorno natural y su calma, como un rico patrimonio cultural, gracias a los siglos de historia en su haber. Además, ofrece una gran variedad de actividades de enoturismo, senderismo, montañismo, turismo ornitológico y un sinfín de opciones más, relacionadas con el medio rural y la naturaleza.
Se puede acceder muy fácilmente desde Bilbao y Vitoria-Gasteiz, gracias a las buenas y rápidas comunicaciones que hay. Conoce uno de los mejores parajes naturales del País Vasco, al que además se une una rica gastronomía de productos autóctonos.
El salto del Nervión y el de Gujuli-Goiuri, las dos divas de las cascadas de Euskadi.Llama la atención del Valle de Ayala ver cómo están integrados los núcleos urbanos en la naturaleza del entorno, siempre marcada por la presencia del río Nervión. Así pues, ambas opciones merecen una visita, logrando el equilibrio perfecto entre la una y la otra. Empezando por el entorno natural, los paisajes más espectaculares y las rutas más bonitas están en la Sierra Salvada, un macizo montañoso de 25 kilómetros de largo y paredes que llegan hasta los 300 y 400 metros de altura, del que desde su cima se pueden observar vistas extraordinarias.
Nunca lo encontrarás abarrotado de gente puesto que es un rincón desconocido de las montañas vascas. En definitiva, un lugar idóneo para disfrutar de una jornada en un bello paraje natural y caminar por sus senderos. Además, cuenta con una zona acondicionada como merendero con mesas y asadores.
Precisamente, en esta zona está el nacimiento del río Nervión, con una impresionante cascada de casi 300 metros de altura, que va directo al Cañón de Delika. Se trata del salto de agua más grande del país y uno de los más importantes de Europa. Hay rutas a pie que acompañan este recorrido y son de gran belleza, como lo son también las que se adentran en zonas mucho más boscosas, con una gran variedad de flora y fauna.
La Sierra Salvada es, además, uno de los mayores tesoros ornitológicos de toda Europa, ya que cuenta con 120 especies de aves por cada 100 kilómetros cuadrados. El alimoche, halcón peregrino o buitre leonado son algunas de las especies más comunes en esta zona. Las mejores cumbres para contemplarlos son el Tologorri, Unguino, Aro, el Txarlazo y Eskutzi. No hay que olvidar, además de la cámara de fotos, unos buenos prismáticos para verlos bien de cerca.
Las aguas de Maroño se encuentran en un enclave privilegiado dentro de la Sierra Salvada y con vistas a las cimas cercanas de Tologorri, Ungino y Eskutxi. Si además añadimos el elemento líquido del embalse, obtenemos una imagen de postal que no podrás ver en ninguna otra parte.
Sierra Salvada, la puerta a la meseta castellana desde el valle de AyalaLa sierra tiene el privilegio de ser uno de los mayores tesoros ornitológicos de toda Europa, con 120 especies de aves por cada cien kilómetros cuadrados. Especies como el alimoche, el halcón peregrino o el buitre leonado son muy comunes en la zona, así que conviene ir con catalejos y estar atento al cielo. La monumental muralla rocosa de decenas de kilómetros se ha convertido en el sello de identidad que, unido al verde intenso de la vegetación y su extraordinaria diversidad biológica, hacen de este territorio un lugar único.
El curso del río Nervión avanza hacia el norte, hacia tierras alavesas, y es precisamente aquí donde se encuentran las poblaciones de mayor tamaño, conocidas como “La Cuadrilla de Ayala”. La conforman los municipios de Ayala, Artziniega, Llodio, Amurrio y Okondo. Uno de los principales atractivos de estos municipios es su gastronomía, con unos quesos D.O. Idiazábal, así como carnes y algunos productos de la huerta que conforman unos platos inolvidables al paladar.
Para ascender al Txarlazo se parte del Santuario de La Antigua, en Orduña. Primero hay que ir por la carretera y posteriormente por una pista de cemento. Pronto comienza la subida por un camino ancho que lleva a la cumbre.En cuanto a las localidades del Valle de Ayala, están, en la zona de Vizcaya, Orozko y Orduña. Esta última cuenta con un casco histórico medieval, así como una gran plaza, muestra de la importancia de esta población siglos atrás. De hecho, está documentado que Don Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya, la fundó en el año 1229 con el fin de que fuera una de las más importantes.
En el valle también se consevan típicas casas-torre, edificios defensivos compactos como las de Zuaza o Murga. Más amplio y delicado es el extraordinario Conjunto Monumental de Quejana, que perteneció a la familia de los Ayala, linaje vinculado a la historia de esta comarca.
Foto: iStockDesde su adquisición en 2023 el Conjunto Monumental de Kexaa-Quejana pertenece a la Diputación Foral de Álava. Se trata de un Bien Cultural Calificado, valorado como un ejemplo de patrimonio civil y nobiliario por su diseño y conservación.
A los amantes del senderismo les gustará hacer el Camino Real de la Sopeña, una ruta que transcurre entre Quejana y Artziniega.
Pero hay muchas más opciones, entre las que destaca el Conjunto Monumental de Quejana, a unos 11 kilómetros de Artziniega. Está declarado Monumento Nacional del País Vasco desde 1984, y se compone del Palacio Fortificado de los Ayala, que actualmente alberga el Museo de Arte Sacro; la iglesia de San Juan Bautista, el antiguo Convento de las Madres Dominicas, y el Torreón Capilla de la Virgen del Cabello que incluye un museo con documentación y valiosas imágenes, maquetas y objetos de esta familia y del valle, así como los sarcófagos de alabastro de varios miembros de la familia.
También está la Ruta del Txacolí de Aiaraldea, que tiene como protagonista al vino del mismo nombre y que ofrece visitas a bodegas, restaurantes y alojamientos turísticos.
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