Revertir el daño ambiental es factible y una cuestión de voluntad
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| Un arrecife de coral restaurado cuatro años después de poner en marcha "Reef Stars". Fuente: The Ocean Agency |
03 abril 2024.- Un incendio forestal, una explosión de dinamita o una simple hacha pueden destruir un paisaje próspero y biodiverso en cuestión de segundos. Restaurar los ecosistemas dañados a su estado original es más difícil y lleva más tiempo, pero los países están buscando soluciones para hacer precisamente eso.
Alrededor de 2.000 millones de hectáreas del planeta han sido dañadas por las actividades humanas, un área más grande que el tamaño de Rusia, según las Naciones Unidas. Los países se han comprometido a restaurar 1.000 millones de hectáreas de tierras dañadas en esta década. Pero para cumplir esa promesa, es crucial entender qué es lo que hace que un proyecto de restauración sea bueno.
"A menudo la gente piensa que la restauración se trata solo de plantar un árbol", dijo Susan Gardner, directora de la división de ecosistemas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. "Hay muchos proyectos que han demostrado que están adoptando el enfoque correcto, y solo tenemos que ampliarlo".
Aquí presentamos cuatro iniciativas diferentes que han restaurado o limpiado con éxito los ecosistemas en tierra y bajo el mar.
Corales bebés en auge
Si la restauración se hace bien, se necesitan solo unos pocos años para que un arrecife dañado comience a recuperar la cubierta de coral y recupere sus funciones ecológicas, concluyeron los científicos después de observar uno de los proyectos de restauración de corales más antiguos y grandes del mundo. Durante casi dos décadas, el Programa de Restauración de Arrecifes de Coral de Marte ha instalado estructuras hexagonales recubiertas de arena en sitios dañados por la pesca con explosivos hace 30 a 40 años en el sur de Sulawesi, Indonesia. Una vez que se establece el marco, los corales juveniles sanos crecen en él casi de inmediato, y las tasas de producción de carbonato, esenciales para que los arrecifes funcionen como ecosistemas, se triplican en cuatro años.
"La financiación a largo plazo, la investigación científica adecuada, tener objetivos definidos de lo que se quiere lograr y poder medir son esenciales", dijo Ines Lange, investigadora de la Universidad de Exeter y coautora del artículo. "El proyecto en Indonesia está integrado con las comunidades locales que construyen las estrellas de arrecife y unen los corales a las estrellas, y algunos isleños han sido educados para bucear y convertirse en guardianes del arrecife".
Los arrecifes de coral todavía se enfrentan a una amenaza existencial debido a los océanos más cálidos y ácidos. "Pero eso no significa que no debamos hacer nada a nivel local cuando podamos marcar la diferencia", dijo Lange. "Y cuando logremos estabilizar el clima, necesitaremos herramientas en la caja de herramientas para restaurar lo que queda".
Bosques ignífugos
Desde 2017 se han restaurado alrededor de 2 millones de hectáreas de bosques en cuatro países mediterráneos. El proyecto, que abarca Líbano, Marruecos, Túnez y Turquía, es el mayor de su tipo en la región.
Uno de los secretos del éxito del programa es centrarse en los tipos de árboles plantados, según Ann-Kathrin Neureuther, miembro de la campaña del PNUMA que eligió este como una de varias iniciativas emblemáticas de restauración exitosas. "Han reconocido las especies arbóreas que no eran adecuadas para el bosque y han diversificado las especies que están plantando", dijo.
Después de un gran incendio, existe la tentación de plantar árboles que crezcan rápidamente, pero eso a menudo resulta en una pérdida de biodiversidad y en bosques que son menos resistentes a futuros incendios. En cambio, los bosques diversos que combinan especies mediterráneas locales como robles o pinos autóctonos pueden soportar mejor las condiciones de polvorín y, cuando se mezclan con olivos o ciruelas pasas, pueden apoyar las economías rurales.
"Cada vez más reconocen que se trata más de prevenir incendios que de extinguirlos", dijo Neureuther.
Aire urbano más limpio
La contaminación del aire puede afectar a los ecosistemas , pero el coste para la salud humana es una de las principales razones por las que las ciudades han actuado con urgencia para combatirla.
Tomemos como ejemplo la región metropolitana de Seúl, que alberga a 26 millones de personas y es una de las zonas más industrializadas del mundo. Lo que trajo riqueza y crecimiento económico a Corea del Sur también hizo que su aire fuera irrespirable. Así que en 2005 el gobierno metropolitano lanzó un plan para restaurar la calidad del aire.
Durante las últimas dos décadas, cientos de nuevos sitios de monitoreo de la calidad del aire han recopilado datos de contaminación que los investigadores y las agencias gubernamentales utilizan para identificar tendencias y reaccionar más rápido a las emergencias. Muestra que las emisiones de material particulado pequeño conocido como PM2.5 cayeron un 19% entre 2005 y 2020 en todo el país, y aún más en la capital.
Lograrlo no fue barato. Los gobiernos metropolitanos invirtieron 9.000 millones de dólares en la gestión de la calidad del aire hasta 2020 e hicieron cambios importantes en las regulaciones locales, como exigir calderas ecológicas en los hogares, aplicar nuevas restricciones a los vehículos contaminantes y limpiar las flotas de transporte público. Es una inversión que está dando sus frutos, ya que las investigaciones muestran que las muertes prematuras asociadas con la contaminación del aire han disminuido sustancialmente.
Los árboles ayudan a las abejas
Un programa en Ruanda está enseñando a los apicultores a plantar árboles para que los insectos estén más protegidos en los días calurosos y, como resultado, sean más productivos.
La estrategia forma parte de la iniciativa Regreening Africa , que ya ha restaurado 350.000 hectáreas de tierra en ocho países, con un enfoque en la participación de las comunidades agrícolas. Los activistas ahora tienen como objetivo reverdecer 5 millones de hectáreas para fines de esta década.
Fuente: Bloomberg
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