"Kaos", de Netflix, es una inteligente versión de la mitología griega
Jeff Goldblum interpreta a Zeus en Kaos. Justin Downing/Netflix |
29 agosto 2024.- La nueva serie de Netflix Kaos da la sensación de que su creador, Charlie Covell, recibió la instrucción de reescribir un cuento de hadas tradicional con una diferencia importante en la trama; ver cómo la historia podría desarrollarse de manera diferente respecto de la mitología griega.
Decidió ver qué pasaría si Zeus fuera una deidad insípida, egoísta, paranoica y excesivamente controladora, cuyo mejor amigo (y prisionero durante mucho tiempo), Prometeo, estuviera planeando secretamente su caída.
La combinación de humor y drama del programa explora de manera eficaz las consecuencias de un escenario de este tipo, al tiempo que ofrece una nueva perspectiva de la mitología clásica. Kaos es quizás la versión más inteligente que he leído (y no es por presumir, he leído una cantidad asombrosa de versiones de Hades y Perséfone).
En los primeros 30 segundos del primer episodio, Prometeo (Stephen Dillane), el narrador de Kaos, le asegura a la audiencia que no importa si no han oído hablar de él, y esta directiva se aplica a todo el programa. Si no sabes nada sobre mitología griega, esta debería ser una historia entretenida y emocionante sobre dioses y mortales que compiten por el poder y la influencia sobre el cosmos.
Pero si sabes algo sobre mitología griega, entonces quizás quieras reservar tiempo para ver la película dos veces por separado. Una para disfrutar del festín sensorial de intriga, drama intrafamiliar (divino y mortal), amor y lujuria, mortales que se rebelan contra los dioses que controlan su mundo y los dioses y diosas que se entrometen en sus asuntos, y otra para apreciar la profundidad y los matices de los secretos ocultos que se encuentran dispersos a lo largo de la historia y la ambientación.
En los primeros diez minutos, conocemos a Zeus, rey de los dioses (Jeff Goldblum), y a una mortal llamada Riddy (Aurora Perrineau), alias Eurídice. Uno vive con su esposa en una mansión kitsch en el cielo; la otra con su esposo, la estrella de rock Orfeo (Killian Scott) y Dennis, el gatito negro, en una elegante villa modernista en Heraklion, Creta.
Riddy siente un vacío en su vida y en su relación, tal vez reforzado por la presencia de su rostro en los carteles y vallas publicitarias del último álbum de Orpheus, Muse. Pero sale de su mundo monótono a través de un encuentro casual en el supermercado con una mujer que profetiza que lo dejará ese mismo día.
Luego aparece Dionisio (Nabhaan Rizwan), dios del placer, la locura y el frenesí salvaje, cuya sensación de vacío en su estilo de vida de chico fiestero es evidente. Como muchos niños pequeños descarriados, busca algo más: más significado, más responsabilidad, más respeto, en particular de su padre, Zeus.
NetflixEs en este contexto que Zeus –el inviolable, perfecto, celestial Zeus– encuentra una arruga en su frente y decide que éste es el principio del fin, la primera etapa del cumplimiento de una profecía que conducirá a la destrucción de los propios dioses.
En algunos aspectos tiene razón, en otros no, y al final de la temporada, uno tiene la clara impresión de que todo sucedió exactamente como estaba previsto, según el Destino.
Más allá de la rica y profunda narración y el desarrollo de los personajes, Kaos también es un deleite para la vista, con excelentes elecciones de decorados. El Olimpo es brillante y vibrantemente colorido, el mundo mortal profundo y crudo, y el Inframundo plano y en blanco y negro.
Goldblum es un Zeus brillante, pero las actuaciones más destacadas son las de los tres personajes mortales que empujan, tiran, arrastran y engatusan la historia: Riddy, Ari (Leila Farzad) y Caneus (Misia Butler). Es la interacción entre estas actuaciones –en particular las de Perrineau y Butler– lo que hace que esta “comedia negra” sea claramente humana.
Fuente: Ellie Mackin Roberts. Investigadora asociada, Universidad de Bristol
COMENTARIOS