No se sabe si los habitantes de la Gran Bretaña neolítica lo trasladaron por tierra o por mar. El terreno entre Escocia y Stonehenge es accidentado, lo que dificulta la travesía.

Los autores del estudio creen que lo más probable es que se tratase de un viaje por mar. “Subestimamos seriamente sus capacidades y tecnologías. Nunca hemos encontrado ninguno de sus barcos, pero sabemos que eran capaces de transportar ganado, ovejas y cabras por mar”, afirman.

Cualquiera que sea el método, los científicos coinciden en que el transporte de una piedra tan importante probablemente habría sido un espectáculo, y que la gente que vivía a lo largo de la ruta habría acudido a presenciar el acontecimiento.

Grandes piedras colocadas verticalmente y dispuestas en un anillo forman el Anillo de Brodgar, un monumento de piedra neolítico en Orkney.

El Anillo de Brodgar en Orkney es otro círculo de piedra construido con arenisca; los monumentos ofrecen pistas sobre las habilidades de los habitantes del Neolítico. Fuente: Getty

El descubrimiento de que la Piedra del Altar procedía de Escocia o de las islas Orcadas no es el fin del asunto. “Todavía tenemos que determinar exactamente dónde se obtuvo”, dice el coautor del estudio Rob Ixer, geólogo del University College de Londres que ha pasado décadas rastreando las fuentes de los monolitos de Stonehenge.

“Rastrear estas piedras siempre ha sido como perseguir a un conejo: siempre te adelanta. Creo que nos vamos a encontrar con muchas más sorpresas a medida que avancemos”.