Los debates sobre la ascendencia judía española de Colón no son nuevos
26 octubre 2024.- En relación con el Día de Colón y el Día de los Pueblos Indígenas, medios de comunicación, desde la BBC y Fox hasta Reuters y Haaretz, informaron sobre nuevas pruebas de ADN sobre el homónimo original de la festividad. Según la investigación revelada en un reciente documental español , Cristóbal Colón no era italiano, como se suponía ampliamente, sino sefardí: de linaje judío español.
En la actualidad, aproximadamente una de cada cinco personas en España y Portugal puede ser de origen “converso” : descendientes de judíos o musulmanes que se convirtieron al catolicismo, a menudo bajo amenaza de muerte o expulsión. Sin embargo, independientemente de si Colón era judío genealógicamente o no, hay pocas pruebas de que se considerara judío de alguna manera significativa. Después de todo, escribió con aprobación sobre la decisión del rey y la reina españoles de expulsar a los judíos de España en 1492.
La afirmación de que Colón pudiera haber sido de ascendencia judía española no es en absoluto cierta ; la “nueva” investigación aún no ha sido publicada en ninguna revista académica. Es más, está lejos de ser nueva.
El debate sobre los orígenes del “descubridor” del Nuevo Mundo se remonta a más de un siglo, cuando Colón era considerado un héroe, mientras que hoy se lo recuerda como el hombre que inició el colonialismo europeo en las Américas y el genocidio de los pueblos indígenas. Durante décadas, algunos activistas judíos españoles y estadounidenses afirmaron que Colón era un judío sefardí.
Uno de los suyos
A principios del siglo XX, nuevos grupos de inmigrantes en los Estados Unidos buscaban ser aceptados como parte de la sociedad blanca dominante estadounidense. Españoles, judíos, italianos y griegos se aferraron a la idea de que Colón era uno de los suyos , con la esperanza de combatir los prejuicios a los que se enfrentaban. Al vincularse con el progenitor de la “civilización” blanca en las Américas, buscaron asegurar su propia posición en el lado blanco de la línea de color , con los privilegios y las protecciones que ese estatus otorgaba.
El presidente estadounidense Benjamin Harrison instituyó el Día de Colón en 1892, inicialmente como un feriado único. El evento tenía como objetivo celebrar las contribuciones de los italoamericanos a la sociedad, en parte como una disculpa, tras el linchamiento de 11 inmigrantes italianos en Nueva Orleans. Décadas después, en 1934, el presidente Franklin Delano Roosevelt convirtió el Día de Colón en feriado federal , incluso cuando el gobierno estadounidense seguía imponiendo una cuota a la inmigración italiana.
Las primeras afirmaciones sobre que Colón o miembros de su séquito eran judíos sefardíes también surgieron en 1892, el 400 aniversario de la llegada del conquistador. Oscar Straus, un diplomático judío estadounidense, encargó a Meyer Kayserling, un rabino y erudito, que investigara el papel de los judíos en la era de la conquista. Si bien el libro de Kayserling no decía que el propio Colón fuera de origen judío, afirmaba que muchas personas relacionadas con sus viajes lo eran, incluido un intérprete llamado Luis de Torres y el financiero Luis de Santagel. Straus esperaba que destacar las contribuciones judías a la sociedad estadounidense frenara el creciente antisemitismo en los Estados Unidos .
Estrategia española
En cambio, las afirmaciones españolas sobre Colón como judío sefardí buscaban elevar la propia imagen internacional de España. Tras su derrota en 1898 en la guerra hispanoamericana , España perdió sus posesiones en el hemisferio occidental y dejó de ser una importante potencia colonial europea. Una cohorte de escritores y artistas españoles, conocida como la Generación del 98 , produjo una efusión de creatividad cultural en su lucha contra la nueva posición de España.
Algunos políticos e intelectuales recurrieron a argumentos económicos y culturales para cortejar a los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492, a quienes consideraban que habían conservado la lengua española y, por lo tanto, proporcionado una nueva fuente de influencia en la región mediterránea. Finalmente, el gobierno español emitió un decreto en 1924 que hizo que estos descendientes pudieran optar a la ciudadanía, una oferta que renovó entre 2015 y 2021 .
Los intelectuales españoles fueron los primeros en afirmar que Colón era un judío sefardí, con la esperanza de elevar aún más el estatus de España, tras las derrotas de 1898, como el pionero de la civilización europea en las Américas. En la Primera Guerra Mundial, el erudito Celso García de la Riega publicó una teoría de que no solo algunos de los tripulantes de Colón tenían orígenes judíos españoles, sino el propio Colón . El nominado al Premio Nobel Salvador de Madariaga respaldó la teoría de los orígenes judíos de Colón en su libro de 1940 sobre Don Cristóbal Colón.
Momento crucial
El ascenso del nazismo intensificó el debate entre los judíos estadounidenses sobre Colón e involucró a los propios judíos sefardíes, con la esperanza de que una conexión con el explorador moderaría el creciente antisemitismo.
Los judíos sefardíes también esperaban que si Colón era reconocido como uno de los suyos, los judíos asquenazíes, el grupo judío dominante en los Estados Unidos, estarían más dispuestos a tratarlos con respeto. Los judíos sefardíes provenientes del Imperio Otomano –uno de los principales lugares donde sus antepasados buscaron refugio tras su expulsión de España– eran a menudo difamados como “ incivilizados” e “incultos ” debido a sus asociaciones con el mundo musulmán.
Como los judíos españoles y portugueses fueron los primeros judíos practicantes que llegaron a las Américas, los judíos sefardíes que llegaron del Imperio Otomano a principios del siglo XX esperaban unir su historia a la grandeza de las primeras comunidades judías del país .
En 1933, el escritor judío estadounidense Maurice David pretendió ofrecer evidencia de archivo española para demostrar la buena fe judía española de Colón. Si bien David no era sefardí, la comunidad judía sefardí de Nueva York publicitó las afirmaciones “sensacionales” de su libro en La Vara, un periódico escrito en ladino, la principal lengua sefardí, también llamada judeoespañol.
El exponente sefardí más destacado de la teoría fue el ex editor de La Amerika, el primer periódico ladino publicado en Estados Unidos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Moise Gadol publicó un folleto en inglés llamado “ Cristóbal Colón era un judío español ”.
Gadol intentó elevar el estatus de su propia comunidad de judíos del Imperio Otomano. Al demostrar vínculos con Colón, esperaba que todos los judíos sefardíes –no sólo los primeros judíos españoles y portugueses que llegaron a las Américas durante el período colonial– fueran asociados con Europa en lugar de con “Oriente”, y con ser “blancos” en lugar de “morenos”.
Gadol también intentó ejercer presión sobre el público y el gobierno estadounidenses para que relajaran las cuotas que impedían el ingreso a Estados Unidos de los judíos que huían de la persecución nazi. Dos años antes, en 1939, el gobierno había rechazado a los 900 pasajeros a bordo del SS St. Louis , que fueron obligados a regresar a Europa, una manifestación infame de esa política.
Sin embargo, las dudosas afirmaciones de Gadol sobre Colón no produjeron los resultados deseados. Los judíos sefardíes siguieron siendo marginados dentro de la comunidad judía estadounidense en general. Mientras tanto, las cuotas de inmigración basadas en la nacionalidad (vigentes hasta 1965) siguieron impidiendo que los refugiados judíos encontraran refugio seguro en Estados Unidos.
Entonces…y ahora
Hace un siglo, abrazar a Colón –y la colonización radical que representa– era una forma de que los grupos inmigrantes marginados reivindicaran un sentido de pertenencia como parte de la casta blanca dominante en la sociedad americana.
Hoy en día, esto provoca preguntas incómodas, especialmente las afirmaciones sobre Colón como judío. La fijación en su ascendencia refuerza la lógica racial de sangre de la Inquisición española , según la cual una persona era considerada judía o musulmana basándose únicamente en su ascendencia, por no hablar de la lógica racial de la Alemania nazi o del sur de Estados Unidos con las leyes de segregación racial.
Más aún, el énfasis en la genealogía personal de Colón distrae de las verdaderas fuerzas geopolíticas en juego, como la construcción del imperio y la extracción de recursos, que impulsaron la conquista americana de los europeos.
A medida que se intensifican los debates sobre el antisemitismo en todo el mundo, tal vez la idea de que Colón era “judío”, sólo agrava el problema.
Fuente: Devin Naar. Profesor asociado de Historia y Estudios Judíos y presidente del Programa de Estudios Sefardíes de la Universidad de Washington (vía The Conversation)
.jpg){kind=link}
.jpg){kind=link}
COMENTARIOS