Los subsidios a los combustibles fósiles para los vehículos de empresa cuestan a los contribuyentes europeos 42.000 millones de euros al año, según un
La nueva Comisión Europea se ha comprometido a eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles y garantizar una transición verde justa, ahora tiene que cumplir esta promesa, dice el grupo ecologista Transport & Environment (T&E).
24 octubre 2024.- Según un nuevo estudio del grupo ecologista Transport & Environment (T&E), tan solo en los cinco mayores países de la UE, las subvenciones a los coches de empresa de gasolina y diésel cuestan a los contribuyentes 42.000 millones de euros al año.
El estudio, encargado por T&E y elaborado por ERM, calcula los efectos de las cuatro ventajas fiscales que tradicionalmente se conceden a los coches de empresa: las ventajas en especie, las amortizaciones, las deducciones del IVA y las tarjetas de carburante. Se trata de subvenciones de las que no disfrutan los propietarios de coches particulares. Los coches de empresa representan el 60% de todas las matriculaciones de coches nuevos en Europa [1].
Italia, seguida de Alemania, Francia y Polonia, son los países que más subvencionan los coches de empresa contaminantes, con un total de 16.000, 13.700, 6.400 y 6.100 millones de euros al año respectivamente [2][3]. La mayor subvención se produce a través de programas de prestaciones en especie que siguen incentivando los vehículos de gasolina y diésel.
Las ventajas fiscales para los coches de empresa contaminantes en el Reino Unido y España son mucho menores. De hecho, el Reino Unido impone una fuerte penalización para los vehículos de empresa de gasolina y diésel a través de una alta tasa de beneficios en especie, mientras que los conductores de coches de empresa eléctricos pagan impuestos bajos. Esto ha ayudado a impulsar la adopción de coches de empresa eléctricos, que ahora se sitúa en el 21,5%.
En España, los beneficios fiscales para los coches de empresa son similares a los de los vehículos privados, principalmente debido a una tasa de beneficios en especie relativamente alta. Pero como España ofrece incentivos mínimos para que las empresas opten por los coches eléctricos, la adopción de los vehículos eléctricos corporativos es baja (3,7%), explica T&E.
El estudio también concluye que los conductores de vehículos todoterreno reciben subvenciones muy elevadas a los combustibles fósiles a través de los impuestos sobre los vehículos de empresa. En comparación con un comprador particular, pagan hasta 8.900 euros menos al año en impuestos por conducir un todoterreno contaminante. Esto también explica por qué las empresas matriculan el doble de todoterrenos perjudiciales para el clima que los hogares particulares . De los 42.000 millones de euros totales, 15.000 millones se destinan a subvencionar los todoterrenos.
Stef Cornelis, director del programa de flotas eléctricas de T&E, afirmó: “Los contribuyentes pagan miles de millones cada año en beneficios fiscales para que los conductores de vehículos de empresa puedan conducir vehículos de gasolina contaminantes. Muchos de ellos son todoterrenos caros, de alta gama y muy contaminantes. Se trata de una mala política climática y socialmente injusta. Los gobiernos del Reino Unido y Bélgica han introducido medidas fiscales ecológicas y están eliminando progresivamente los beneficios para los vehículos contaminantes. Pero los gobiernos de los mayores mercados automovilísticos de Europa no están abordando este absurdo. Por eso la Comisión Europea debe tomar medidas”.
Los coches de empresa contaminantes no solo se benefician de enormes subvenciones, sino que también se quedan atrás en los esfuerzos de transición ecológica de la UE.
En el primer semestre de 2024 , el 13,8% de todas las nuevas matriculaciones privadas fueron de vehículos eléctricos de batería en la UE. En el caso de las matriculaciones corporativas, esta cifra fue solo del 12,4%. La eliminación de las subvenciones a los coches de empresa que utilizan combustibles fósiles revertirá esta tendencia. Los jefes de Estado de la UE , así como la nueva candidata a vicepresidenta Teresa Ribera y el candidato a comisario de Clima Wopke Hoekstra, ya han pedido anteriormente la eliminación progresiva de las subvenciones a los combustibles fósiles.
En su carta de misión al candidato a comisario de Transporte Sostenible, la presidenta von der Leyen ha dado instrucciones a Apostolos Tzitzikostas para que presente una propuesta para que las flotas corporativas sean más ecológicas. La eliminación progresiva de los subsidios a los combustibles fósiles también se menciona en su carta al candidato a comisario de Clima, Wopke Hoekstra.
T&E hace un llamamiento a la nueva Comisión Europea para que actúe ahora y presente en 2025 un Reglamento de ecologización de las flotas corporativas que establezca objetivos vinculantes de electrificación para 2030 para las grandes flotas corporativas y las empresas de leasing. Esto también ayudará a alcanzar los objetivos del próximo Pacto Industrial Limpio de la UE, ya que creará un mercado líder para la tecnología limpia al impulsar la demanda de vehículos eléctricos y, al mismo tiempo, aportará seguridad a la inversión en sectores industriales clave como los fabricantes de automóviles, los fabricantes de baterías y el sector energético.
Stef Cornelis concluyó: “La presidenta von der Leyen ha vuelto a confirmar su apoyo al Pacto Verde y ha pedido a sus candidatos a comisarios que eliminen gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles. Sin embargo, los enormes beneficios fiscales que los conductores adinerados de vehículos de empresa que utilizan gasolina siguen recibiendo en Europa hoy en día entran en conflicto con ese objetivo. Bajo su nuevo liderazgo, la Comisión debería establecer objetivos de electrificación para las grandes flotas de vehículos de empresa y poner fin de una vez por todas a esta anomalía fiscal. Esto también encaja en la agenda industrial más amplia de la UE, ya que estos objetivos impulsarán la demanda de vehículos eléctricos y crearán un mercado líder para las tecnologías limpias, aportando así seguridad de inversión a los fabricantes de automóviles y al sector de la movilidad eléctrica en general”.
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[1] Los beneficios fiscales considerados en el informe se aplican a los vehículos de empresa. Los vehículos de empresa representan el 51 % de los vehículos de empresa en la UE.
[2] Este es el primer estudio de este tipo que calcula estos subsidios para cada modelo de automóvil registrado en cada uno de los cinco países (más de 4.000 combinaciones en total), en lugar de basarse en promedios arquetípicos o modelos de ejemplo.
[3] Para calcular los subsidios totales, ERM compara dos escenarios: un escenario en el que se mantienen los impuestos vigentes y un escenario contrafactual que muestra cuánto habrían gastado los conductores de automóviles en concepto de salario si hubieran comprado sus vehículos como compradores privados. Las cifras finales se basan en un escenario en el que el 80% del kilometraje de los automóviles de la empresa es privado.
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