ciencia, autismo
Fuente: KATERYNA KON/BIBLIOTECA DE FOTOGRAFÍA CIENTÍFICA/Getty Images |
04 diciembre 2024.- Una pequeña pieza faltante de la proteína CPEB4, que se mueve por la célula y ayuda a regular la expresión genética, puede afectar la actividad neuronal y provocar síntomas del trastorno del espectro autista.
Esta investigación, codirigida por el Dr. Raúl Méndez y el Dr. Xavier Salvatella, en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, ayuda a explicar por qué los cambios en la proteína CPEB4 tienen un impacto en el sistema neurológico.
Como se informó en su artículo en Nature , el estudio actual muestra que la proteína de unión al ARN CBEP4 normalmente tiene la capacidad de condensarse en pequeñas gotas cuando no es necesaria. Estas gotas silenciadas pueden luego descomponerse y activarse cuando es necesario.
Cuando una pequeña parte codificante (de 24 nucleótidos) de CBEP4, llamada microexón, no está incluida en la proteína, se le dificulta pasar del estado silenciado en el condensado a convertirse en una proteína activa y pueden formarse agregados de CBEP4. Esta agregación y silenciamiento puede provocar síntomas neurológicos negativos como los que se observan en personas con trastorno del espectro autista.
“Este estudio aporta nuevos conocimientos sobre cómo pequeñas modificaciones en las proteínas que regulan la expresión genética pueden tener un impacto significativo en el desarrollo neuronal, abriendo nuevas vías para explorar futuras terapias”, explicó Méndez en un comunicado de prensa.
El mismo equipo descubrió previamente que CBEP4 desempeñaba un papel en el autismo en 2018. En este estudio anterior, los investigadores demostraron que muchas personas con trastorno del espectro autista carecían de una pequeña parte de la proteína CBEP4.
El estudio actual arroja luz sobre cómo proteínas como CBEP4 regulan la expresión de otros genes y las proteínas que codifican. Hay otras proteínas de la misma familia que tienen funciones diferentes, pero todas participan en el transporte y la localización del ARNm y son importantes para regular la división celular, el desarrollo neuronal, el aprendizaje y la memoria, según los investigadores.
El microexón que falta en CBEP4 en las personas con autismo ayuda a que la proteína se active y desactive según sea necesario. Si CBEP4 no puede salir del estado silenciado, puede afectar la forma en que se traducen las proteínas en el cerebro y afectar el desarrollo neurológico en los niños con esta afección.
Los investigadores creen que podrían encontrar un método para reintroducir la secuencia del microexón y ayudar a restaurar su función adecuada en los afectados. “Aunque todavía estamos en etapas exploratorias, este descubrimiento es prometedor y apunta a un posible enfoque terapéutico que podría restaurar la función de CPEB4”, afirma Méndez.
Fuente: Garcia-Cabau, C., Bartomeu, A., Tesei, G. et al. Mis-splicing of a neuronal microexon promotes CPEB4 aggregation in ASD. Nature (2024). https://doi.org/10.1038/s41586-024-08289-w
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