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La conferencia de la ONU sobre biodiversidad en Roma concluye con un acuerdo frágil, pero persisten dudas sobre si surgirá financiación
01 marzo 2025.- La tarea de detener la pérdida de la naturaleza para 2030 se está volviendo inalcanzable, advirtieron los ministros, mientras los países de todo el mundo llegaron a un compromiso difícilmente logrado sobre financiación de la naturaleza después de negociaciones maratónicas en Roma.
Los delegados de la conferencia de la ONU sobre biodiversidad, conocida como Cop16, estallaron en aplausos tras alcanzar finalmente un acuerdo en la Ciudad Eterna tras una noche de tensas y arduas discusiones. La presidenta de la Cop16, Susana Muhamad, lloró al dar el golpe de martillo sobre el acuerdo que describe una hoja de ruta para la financiación de la naturaleza. El acuerdo rompió un punto muerto en las conversaciones de la ONU consideradas como una prueba para la cooperación internacional frente a las tensiones geopolíticas.
A pesar de algunos triunfos, cuestiones difíciles quedaron postergadas, entre ellas la creación de un nuevo fondo para distribuir dinero, y cuestiones importantes como los subsidios que destruyen la naturaleza y la reducción de la contaminación no han progresado.
Los científicos llevan mucho tiempo advirtiendo que es urgente actuar. Un millón de especies del mundo están en peligro de extinción, mientras que la agricultura y el consumo insostenibles destruyen los bosques, agotan los suelos y propagan la contaminación plástica incluso a las zonas más remotas del planeta.
Se adoptaron decisiones clave en los minutos finales del último día de negociaciones reanudadas en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Roma.
Muhamad lo calificó de “día histórico” y añadió: “Logramos la adopción del primer plan global para financiar la conservación de la vida en la Tierra”.
Varios líderes calificaron el acuerdo como una victoria para la cooperación. “Nuestros esfuerzos demuestran que el multilateralismo puede brindar esperanza en un momento de incertidumbre geopolítica”, dijo Steven Guilbeault, ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá.
Jean-Luc Crucke, ministro belga de Clima y Transición Ecológica, se mostró de acuerdo: “Hoy nos encontramos en un mundo que está cambiando políticamente”, afirmó. “Y no siempre en la dirección correcta”.
Dijo que lograr el acuerdo demuestra que el multilateralismo sigue funcionando, y agregó: “Por eso estas negociaciones tienen una gran importancia”.
Crucke describió las negociaciones de la COP como el proceso “menos malo”. Si realmente queremos salvar la naturaleza, dijo, “no hay otra solución que ésta”.
La decisión llega más de dos años después de un acuerdo histórico para frenar la destrucción desenfrenada de la naturaleza en esta década y proteger al menos el 30% de las tierras y los mares del mundo. Eso protegería los ecosistemas y la vida silvestre de los que los humanos dependen para su alimentación, la regulación del clima y la prosperidad económica.
La reunión se produce en un momento en que los países enfrentan una serie de desafíos, desde disputas comerciales y preocupaciones por la deuda hasta el recorte de la ayuda exterior, en particular por parte de la administración Trump.
Washington, que no ha firmado la Convención de la ONU sobre diversidad biológica, no envió representantes a la reunión.
Pero otros participantes en la cumbre expresaron su frustración por la falta de ambición del acuerdo en lo que respecta a la crisis ambiental. El negociador de Bolivia, Juan Carlos Alurralde Tejada, expresó su preocupación por el hecho de que el texto “diluya” los compromisos en materia de biodiversidad y abra el camino a una “discusión indefinida” sobre quién pagará por la conservación y cómo distribuir el dinero.
“La biodiversidad no puede esperar un proceso burocrático que dure eternamente, mientras la crisis ambiental sigue agravándose”, dijo Alurralde. “Los bosques se queman, los ríos agonizan y los animales desaparecen”.
Mientras tanto, la ambición general de detener la pérdida de naturaleza para 2030 parece más difícil de alcanzar, ya que las poblaciones mundiales de vida silvestre se han desplomado en más del 70% entre 1970 y 2020, según la evaluación más reciente, y no hay señales de desaceleración.
“La verdad es que es casi imposible cuando se observan las tendencias que están tomando las cosas”, dijo Max Fontaine, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo de Madagascar, uno de los países con mayor biodiversidad. “No vamos en la dirección correcta, todos debemos redoblar nuestros esfuerzos”.
Cinco años para implementar los objetivos de biodiversidad no son suficientes, dijo el negociador liberiano Datuama Cammue, quien consideró que el proceso de la ONU había sido demasiado lento. “Se necesitarán muchos recursos financieros y de expertos para lograrlo. Con este tipo de espíritu, realmente no creo que sea posible”.
El fracaso en alcanzar un acuerdo en Cali fue el primero de una serie de resultados decepcionantes en las cumbres ambientales del año pasado.
Un acuerdo sobre financiación climática alcanzado en la Cop29 en Azerbaiyán en noviembre fue criticado por los países en desarrollo por considerarlo lamentablemente insuficiente, mientras que negociaciones separadas sobre la desertificación y la contaminación plástica se estancaron en diciembre.
Los países ya habían acordado aportar 200.000 millones de dólares (159.000 millones de libras esterlinas) al año en financiación para la naturaleza hasta 2030, incluidos 30.000 millones de dólares al año de los países más ricos a los más pobres.
En 2022 (el último año para el que hay datos disponibles y antes de que se firmara el acuerdo de la Cop15), los países ricos que firmaron el acuerdo habían proporcionado 10.950 millones de dólares en financiación para la biodiversidad, según el informe del Overseas Development Institute (ODI) y Campaign for Nature.
Andreas Bjelland Eriksen, ministro de Clima y Medio Ambiente de Noruega, dijo que los países tenían una “gran, gran tarea por delante” para cumplir con el objetivo financiero de 2030. “Tenemos que hacer todo lo posible para cumplir esos objetivos”, dijo, y agregó que era importante ser ambiciosos en los objetivos climáticos y de biodiversidad. “Ambicioso no es lo mismo que imposible”, agregó.
La decisión del jueves establece dos líneas principales de acción para los próximos años: encontrar miles de millones de dólares adicionales en financiación para la biodiversidad y decidir qué instituciones entregarán el dinero.
Georgina Chandler, directora de políticas y campañas de la Sociedad Zoológica de Londres, dijo que la hoja de ruta financiera era un “hito clave”, pero enfatizó que se necesita dinero con urgencia.
“Con solo cinco años restantes para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, asegurar los fondos necesarios para cumplir esta misión es más esencial que nunca”, afirmó.
¿Qué se ha acordado?
' Acordar un acuerdo' sobre un nuevo fondo
Muchos países en desarrollo exigieron una nueva cuenta bancaria para distribuir fondos destinados a la naturaleza. Argumentaron que el fondo actual –que se encuentra dentro del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM)– es demasiado oneroso de acceder y está controlado por los países ricos. Este fue el tema de las negociaciones más tensas.
“Acordar un acuerdo tal vez no sea atractivo”, dijo Bernadette Fischler Hooper, directora de defensa global de WWF, “pero es un gran logro”. Y agregó: “Vamos a vivir para luchar otro día. De eso se trata exactamente”.
Los países acordarán qué hacer con el nuevo fondo en 2028. Mientras tanto, todas las opciones están sobre la mesa: podría ser un fondo nuevo o un fondo existente que se haya hecho más aceptable.
Hoja de ruta para producir efectivo
La cifra principal acordada por los países en la Cop15 en 2022 fue generar 200.000 millones de dólares al año en financiación de la naturaleza. Los países desarrollados se comprometieron a aportar 20.000 millones de dólares en financiación internacional para la biodiversidad para 2025, una fecha límite que aún no se ha cumplido. Los negociadores acordaron una hoja de ruta para recaudar el dinero, que incluye la búsqueda de nuevas formas de financiación, así como un impulso para que los bancos de desarrollo aumenten el gasto en biodiversidad.
Por primera vez habrá un “diálogo internacional” entre los ministros de finanzas y de medio ambiente (como sucede en el marco de la ONU sobre el clima) que garantizará que la financiación de la biodiversidad no quede aislada en los ministerios de medio ambiente. Brian O'Donnell, director de Campaign for Nature, lo describió como un “punto culminante de este acuerdo”.
Seguimiento del progreso
La COP17 de 2026 se centrará en medir el desempeño de los países en relación con sus objetivos. En Roma, aprobaron los indicadores que utilizarán para presentar sus informes nacionales. “El marco de seguimiento nos permitirá realizar el proceso de rendición de cuentas en la próxima COP”, afirmó Chandler.
Lanzamiento del fondo Cali
El fondo Cali es una forma de distribuir el dinero de las empresas que se benefician de la genética de la naturaleza. El fondo se puso en marcha sin ningún compromiso, pero la ONU dijo que los compromisos llegarían "muy pronto". Según el acuerdo, las empresas que cumplieran dos de los tres criterios (ventas de más de 50 millones de dólares (39 millones de libras esterlinas), beneficios de más de 5 millones de dólares y 20 millones de dólares en activos totales) tendrían que aportar el 1% de sus beneficios o el 0,1% de sus ingresos al fondo.
El acuerdo es voluntario y los gobiernos tendrán que introducir las normas a nivel nacional para que sea efectivo.
Fuente: The Guardian y La Agence France-Presse
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