salud, cáncer de estómago, gastroenterología
Los científicos identifican patrones de mutación en el revestimiento del estómago sano, lo que ofrece nuevos conocimientos sobre los primeros pasos de la formación del cáncer.
27 marzo 2025.- Por primera vez, científicos han analizado sistemáticamente mutaciones somáticas en el revestimiento del estómago para comprender mejor los procesos mutacionales subyacentes, algunos de los cuales podrían contribuir al desarrollo del cáncer. El estudio también reveló indicios preliminares que apuntan a una posible causa previamente desconocida del cáncer de estómago, lo que justifica una mayor investigación.
Investigadores del Instituto Wellcome Sanger , el Instituto Broad del MIT y Harvard , la Universidad de Hong Kong y sus colaboradores realizaron una secuenciación del genoma completo en muestras de revestimiento estomacal sano de individuos con y sin cáncer gástrico.
A pesar de la constante exposición del revestimiento estomacal al ácido gástrico corrosivo , el equipo descubrió una notable resistencia al daño. En particular, descubrieron que, a los 60 años, casi el 10 % del revestimiento estomacal está compuesto por células portadoras de mutaciones "impulsoras" asociadas al cáncer. Además, observaron un fenómeno poco común en algunos individuos: ciertas células tenían tres copias de cromosomas específicos, una condición que sugiere exposición a un mutágeno no identificado.
Los resultados, publicados en Nature , amplían el mapa de mutaciones en tejido normal del tracto gastrointestinal. Este trabajo permite a los investigadores explorar procesos mutacionales fundamentales y comparar las tasas de mutación en todo el organismo, además de comprender mejor las primeras etapas del desarrollo del cáncer.
Cáncer de estómago: impacto global y factores de riesgo
El cáncer de estómago, también conocido como cáncer gástrico, es el quinto cáncer más común en todo el mundo, con casi un millón de casos nuevos en 2022. Es la tercera causa principal de muerte relacionada con el cáncer a nivel mundial, con el mayor número de casos en Asia Oriental y América del Sur.
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de estómago incluyen el sobrepeso, el tabaquismo y la infección por la bacteria Helicobacter pylori , que puede provocar inflamación y úlceras estomacales. La infección por H. pylori es la responsable de alrededor del 40 % de los cánceres de estómago.
El contenido estomacal es ácido, ya que actúa como reservorio en la primera etapa del procesamiento de los alimentos para la digestión. La capa de células que recubre el estómago (el epitelio gástrico) forma glándulas gástricas, o fosas gástricas, que contienen las células que pueden provocar cáncer de estómago.
Las células de nuestro cuerpo adquieren cambios genéticos, conocidos como mutaciones somáticas, a lo largo de nuestra vida. Gracias a las nuevas tecnologías de secuenciación de ADN , los investigadores pueden analizar estas mutaciones en tejidos normales y rastrearlas a lo largo del tiempo, lo que proporciona información sobre el envejecimiento y las primeras etapas del desarrollo del cáncer.
En un nuevo estudio, investigadores del Instituto Sanger y sus colaboradores se propusieron investigar las mutaciones somáticas dentro del epitelio gástrico para explorar la transición entre las mutaciones normales relacionadas con la edad y aquellas que luego forman cáncer de estómago.
El equipo secuenció los genomas completos de 238 muestras de tejido glandular gástrico normal, no canceroso, provenientes del estómago de 30 personas de Hong Kong, Estados Unidos y el Reino Unido, de las cuales 18 padecían cáncer gástrico y 12 no. Mediante microdisección por captura láser, utilizaron un láser para diseccionar con precisión células individuales, o glándulas, de las muestras del revestimiento estomacal para la secuenciación genómica.
Señales tempranas de cáncer y anomalías cromosómicas
Los investigadores descubrieron que, a pesar de la exposición regular al contenido ácido del estómago, las mutaciones en las glándulas gástricas normales se generaban a un ritmo similar al de la mayoría de las células del cuerpo. Esto sugiere que las células del epitelio gástrico están protegidas contra cualquier efecto tóxico del contenido ácido del estómago.
Sin embargo, en personas con cáncer gástrico, algunas glándulas del revestimiento estomacal normal y no canceroso mostraron cambios al microscopio que se asemejaban a las primeras etapas de la transición al cáncer. Estas glándulas normales presentaban un mayor número de mutaciones, lo que podría haber contribuido al inicio del cáncer gástrico. En el tejido canceroso, el número de mutaciones fue mucho mayor, lo que demuestra que los cánceres gástricos aceleran enormemente las mutaciones en etapas posteriores de su desarrollo.
Un hallazgo inusual fue que algunas células del revestimiento del estómago portaban tres copias de ciertos cromosomas (13, 18 y 20), lo que se conoce como trisomía. Esto no se había observado en otros tejidos en estudios previos, lo que sugiere que es exclusivo del estómago. Se detectaron trisomías varias veces en algunos individuos, pero no en otros. Esto implica que estos individuos podrían haber estado expuestos a un mutágeno externo desconocido.
El equipo también descubrió que las mutaciones "impulsoras" en los genes del cáncer, muchas de las cuales se sabe que presentan mutaciones en el cáncer gástrico, ocupan casi el 10 % del revestimiento del estómago a los 60 años. Esta proporción aumenta cuando los pacientes experimentan inflamación crónica grave, un factor de riesgo conocido para el cáncer gástrico. Por lo tanto, esto plantea una pregunta para futuras investigaciones sobre el mecanismo por el cual la inflamación crónica aumenta el riesgo de cáncer gástrico.
Fuente: “The somatic mutation landscape of normal gastric epithelium” by Tim H. H. Coorens, Grace Collord, Hyungchul Jung, Yichen Wang, Luiza Moore, Yvette Hooks, Krishnaa Mahbubani, Simon Y. K. Law, Helen H. N. Yan, Siu Tsan Yuen, Kourosh Saeb-Parsy, Peter J. Campbell, Iñigo Martincorena, Suet Yi Leung and Michael R. Stratton, 19 March 2025, Nature. DOI: 10.1038/s41586-025-08708-6
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