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El método desencadena respuestas inmunes que inhiben el melanoma, el cáncer de mama triple negativo, el carcinoma de pulmón y el cáncer de ovario.
23 marzo 2025.- Las vacunas contra el cáncer se han estado desarrollando desde 2010, cuando se aprobó la primera para el cáncer de próstata, seguida de otra para el melanoma en 2015. Si bien desde entonces se han investigado muchas vacunas terapéuticas (en lugar de preventivas) contra el cáncer, ninguna ha recibido aprobación. Un desafío importante en su desarrollo es identificar antígenos tumorales lo suficientemente distintos de las células normales como para desencadenar una respuesta inmunitaria potente.
Investigadores de la Universidad Tufts han creado una vacuna contra el cáncer diseñada para mejorar la capacidad del sistema inmunitario para reconocer antígenos tumorales. Este enfoque genera una potente respuesta inmunitaria y establece una memoria inmunológica a largo plazo, lo que reduce la probabilidad de recurrencia tumoral. A diferencia de las vacunas tradicionales contra el cáncer, que se dirigen a antígenos específicos, esta nueva vacuna utiliza un lisado (una mezcla de fragmentos de proteínas derivados de cualquier tumor sólido), lo que elimina la necesidad de identificar un único antígeno tumoral específico.
La vacuna que produjeron funcionó contra múltiples tumores sólidos en modelos animales, incluidos el melanoma, el cáncer de mama triple negativo, el carcinoma de pulmón de Lewis y el cáncer de ovario clínicamente inoperable.
Desarrollado por un equipo dirigido por Qiaobing Xu, profesor de ingeniería biomédica, el método se basa en trabajos anteriores que expresan antígenos específicos para una respuesta inmune mejorada mediante la creación de nanopartículas lipídicas que transportan ARNm al sistema linfático.
Cómo funciona la vacuna
A diferencia de las vacunas tradicionales diseñadas para prevenir enfermedades infecciosas causadas por bacterias o virus, las vacunas contra el cáncer funcionan estimulando el sistema inmunitario para que reconozca y ataque las células cancerosas. Y, a diferencia de la mayoría de las vacunas contra patógenos, están diseñadas con fines terapéuticos, no preventivos, es decir, para eliminar una enfermedad existente. Existen algunas vacunas preventivas contra el cáncer, pero generalmente están dirigidas a virus vinculados con el cáncer, como el VPH, asociado al cáncer de cuello uterino.
La clave de la mayor potencia de la nueva vacuna contra el cáncer reside en su capacidad para dirigir los antígenos tumorales hacia una vía celular que los presenta eficazmente al sistema inmunitario. Imagine esta presentación como una especie de rueda de reconocimiento policial, donde cada antígeno se presenta al sistema inmunitario para que este decida si puede considerarse sospechoso.
Recolectar los antígenos e introducirlos en una célula presentadora de antígenos, como un macrófago o una célula dendrítica (las comisarías, si continuamos con la analogía), suele ser un proceso ineficiente para los antígenos tumorales. En este punto, el equipo de investigación de Tufts aplicó un método de dos etapas para optimizar el proceso.
Un enfoque de dos etapas para mejorar la respuesta inmunitaria
En primer lugar, para asegurar la identificación de todas las proteínas tumorales de interés, modificaron la mezcla de proteínas tumorales con la molécula AHPC, que a su vez recluta una enzima llamada ubiquitina para etiquetar la proteína. Esto permite que la célula identifique y procese la proteína en fragmentos para su presentación al sistema inmunitario.
Luego, los investigadores empaquetaron las proteínas tumorales modificadas con AHPC en pequeñas burbujas de lípidos (moléculas de grasa), diseñadas específicamente para ubicarse en los ganglios linfáticos, donde se encuentran la mayoría de las células presentadoras de antígenos.
Probada en modelos animales de melanoma, cáncer de mama triple negativo, carcinoma de pulmón de Lewis y cáncer de ovario inoperable, la vacuna provocó una fuerte respuesta de las células T citotóxicas, que atacan los tumores en crecimiento y suprimen el crecimiento y la metástasis.
Combatir el cáncer siempre ha sido un enfoque de arsenal. Añadir vacunas contra el cáncer a la escisión quirúrgica, la quimioterapia y otros fármacos utilizados para potenciar la actividad de las células T citotóxicas podría mejorar la respuesta de los pacientes y prevenir la recurrencia del cáncer a largo plazo.
Referencia: “Antitumour vaccination via the targeted proteolysis of antigens isolated from tumour lysates” by Yu Zhao, Donghui Song, Zeyu Wang, Qingqing Huang, Fan Huang, Zhongfeng Ye, Douglas Wich, Mengting Chen, Jennifer Khirallah, Shuliang Gao, Yang Liu and Qiaobing Xu, 28 November 2024, Nature Biomedical Engineering. DOI: 10.1038/s41551-024-01285-5
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